El estudio, difundido por la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad (Gasnam), parte de la norma, aprobada el pasado julio por el Parlament de Cataluña, que plantea la creación de un impuesto sobre las emisiones de NOx durante la estancia de los buques en puerto, con el fin de reducir estas emisiones que afectan directamente a la contaminación del aire de la ciudad y contribuyen a la creación de gases de efecto invernadero. El análisis determina que un buque de 120.000 GT que utilice gasoil durante su estancia en dicho puerto tendrá que abonar 1.031euros por escala, mientras que uno que consuma gas natural tendrá que abonar 144 euros.
El puerto de Barcelona tiene un importante tráfico regular de buques de gran tamaño como son las decenas de cruceros, ferries y otros buques, que recalan en el mismo cada mes. Durante su estancia en puerto, los buques mantienen en funcionamiento sus motores auxiliares, que en el caso de los grandes cruceros alcanzan una potencia media de 10.000 CV. En temporada alta pueden concentrarse hasta cuatro cruceros en un mismo día, cuyas emisiones equivalen a 400 autobuses funcionando durante 24 horas, quemando un combustible menos refinado que el de automoción.
Frente a estas cifras alarmantes, se añade otra medida que ayuda a combatir la reducción de este tipo de contaminación; en los puertos españoles, todos los buques que utilicen gas natural como combustible se benefician de hasta un descuento del 50% en la tasa portuaria.
Según los últimos datos de flota mundial propulsada por GNL, en la actualidad hay más de un centenar de buques en servicio, y otros tantos en cartera que entrarán en servicio en los próximos años. En Barcelona existe el buque de la naviera Baleària que durante su estancia en puerto opera con un motor auxiliar que utiliza GNL como combustible y por tanto durante el tiempo en el muelle no emite gases contaminantes. Además de este buque, la naviera tiene encargados tres buques más que utilizarán este combustible.