El 24 de enero de 2018 publiqué en NAUCHERglobal, con mi nombre, un artículo sobre un texto de Arturo Pérez Reverte que apareció en el suplemento dominical XL Semanal que se distribuye con diversos periódicos españoles. Pérez Reverte mencionaba a Eugenio Agacino, un personaje relevante de la historia marítima de España, autor de textos y obras de importancia. Con el propósito de difundir la figura de Eugenio Agacino, escribí:
Eugenio Agacino fue un marino militar, no mercante, que ocupó el cargo de inspector de navegación de la Compañía Trasatlántica Española y que durante las primeras décadas del siglo XX escribió multitud de artículos sobre temas de marina civil y libros sobre navegación y maniobra, de forma que resulta inevitable tropezar con él varias, muchas veces, cuando remueves el pasado reciente de la marina mercante al estudiar, por ejemplo, las asociaciones profesionales de principios de siglo, o la Historia del largo proceso de cambio de la vela al vapor y de la construcción de madera a los buques de hierro. También dibujaba y pintaba y tal vez por esa afición conectó con la mujer que acabó conquistando. Agacino publicó en marzo de 1903 veinte tarjetas ilustradas con asuntos marítimos, que fueron publicadas en cromotipia en los talleres de Perrer, de La Coruña.

He recibido hoy un correo electrónico de Vicente Sanahuja Albiñana, admirable investigador de historia marítima, hacedor del blog vidamaritima.com, que ha tropezado con el artículo de NAUCHERglobal en el curso de un trabajo de investigación histórica y que ha tenido la amabilidad de aclarar:
El Eugenio Agacino del que habla [Pérez Reverte] es Eugenio Agacino Armas, hijo de Eugenio Agacino Martinez.
Agacino Armas tuvo un apasionado romance con Carmen Mondragon (a) Nahui Olin que acabó tristemente con su muerte por intoxicación, a bordo del vapor HABANA, del que era capitán, creo que en 1933. Precisamente ahora que estoy trabajando en el libro del TERCER ALFONSO XIII, luego HABANA y GALICIA, estoy tratando de averiguar en qué momento fueron amantes. Ella pintó unos cuadros muy sugestivos de la pareja con el fondo de New York, donde el buque hacia escala.
Una historia maravillosa.
Hago público mi sincero agradecimiento a Vicente Sanahuja por despejar la confusión; yo hablaba, en efecto, de Agacino Martínez; fue su hijo, Eugenio Agacino Armas, como explica Sanahuja, quien mantuvo el apasionado romance con la hermosa Carmen Mondragón Valseca, alias Nahui Olin, la pintora de volcanes, hija del general mejicano Manuel Mondragón, a quien hacía referencia Arturo Pérez Reverte. Del idilio entre el marino y la beldad escribe Concha Mayordomo (https://conchamayordomo.com/2018/02/27/nahui-olin/): A los cuarenta años [Nahui Olin] conoció al capitán Eugenio Agacino, quien aparece en algunos de sus cuadros, ambos vivieron una relación tan intensa que a la muerte de Eugenio se retiró de la vida pública, optó por una soledad que derivó en locura; vivió con decenas de gatos y deambulando confusa, deshecha, demente, sucia, obesa y en estado de pobreza extrema, cayó para no levantarse jamás. Durante los últimos años de su vida, vivió dando clases de pintura en una escuela primaria y de una pequeña beca del gobierno. Murió en la casa familiar en la que había pasado su infancia a los 85 años de edad.
NOTA DEL EDITOR. La foto de portada es una pintura de Nahui Olin que representa a la pintora con el marino mercante Eugenio Agacino Armas.
ARTÍCULO RELACIONADO
El pintor de volcanes y el insigne marino Eugenio Agacino