El puerto de Barcelona confirma las buenas cifras que muestra el comercio exterior, con un récord tanto en importación como en exportación de contenedores y vehículos. También se confirma la buena marcha de los tráficos de short sea shipping, donde la instalación catalana ha llegado a cifras jamás vistas con anterioridad, sobre todo gracias al impulso de los trayectos con Italia.
Para el próximo año, el presidente de la APB espera que el conjunto de tráficos sigan creciendo y que, de cara a mejorar la movilidad, el Ministerio de Fomento dé, al fin, su beneplácito y la financiación necesaria para la constucción de los tan ansiados accesos terrestres que, quizás por motivaciones políticas, se han ido demorando a lo largo de la presente legislatura.
Como es tradicional, los presidentes de los principales grupos empresariales de la comunidad portuaria estuvieron también presentes en el acto. Alguno como Javier Vidal, presidente de la Asociación de Empresas Estibadoras de Barcelona, mostraron, como también es tradición en él, su discurso más enérgico y reivindicativo, señalando que el sector de la estiba ha perdido la oportunidad de llegar este año a acuerdos con lo que representa para los próximos legisladores en 2016, que tendrán que comerse el marrón que les ha dejado la inacción negociadora de la actual dirección de Puertos del Estados, cada día más “política” y menos eficaz. Vidal también mostró su incertidumbre por la nueva normativa europea sobre el pesaje de los contenedores, que parece que obligará a terminales a controlar los contenedores antes de ser embarcados y una vez desestibados. No obstante, Vidal es una persona de por sí optimista que confía en que 2016 vaya bien.
El acto sirvió para la despedida del presidente de Ateia Barcelona, Lluis Mellado, que deja el cargo al frente de los transitarios de la capital catalana -parece que en manos de Emili Sanz-; y para los discursos de Navidad del presidente de los consignatarios, Ángel Montesinos y del de su homólogo en el Colegio de Agentes de Aduana, Antonio Llobet. Este último celebró con los presentes la XIII edición del Foro Aduanero, organizada hace pocas semanas en Barcelona. Habló de la cercanía de la puesta en marcha de la ventanilla única y de las condiciones para los aduaneros.
Se echó en falta, en el evento, a otros actores importantes del sector portuario, cosa que ocurre año tras año. Pudiera parecer visto el acto que son sólo transitarios, consignatarios, empresas estibadoras y agentes de aduana los que trabajan y hacen crecer al puerto. Sin embargo faltan actores: prácticos, amarradores, remolcadores, pescadores, ferries de línea regular… en suma, más profesionales relacionados ya no sólo con el negocio logístico, sino con el conjunto del negocio marítimo. Al fin y al cabo, estamos hablando de un puerto y no de una plataforma. ¿Dónde está representada la náutica y el puerto-ciudad, por ejemplo?
Sixte Cambra y su equipo de la APB tienen una oportunidad en 2016 de corregir esta circunstancia y de dar voz también a otros colectivos que aportan actividades imprescindibles y millones de euros al puerto y que, tradicionalmente, son ignorados o infrarrepresentados en el consejo de administración o en el consejo rector de la comunidad portuaria. Y es que, puede existir un buque sin puerto, pero jamás habrá un puerto sin buques.