Poco más o menos, así fueron las palabras del presidente del puerto, Sixte Cambra, que inició su intervención explicando a los presentes que «las cifras globales marcan que estamos yendo en franca recuperación y, exceptuando los tránsitos de contenedores, los datos muestran crecimientos en la mayor parte de las partidas». Puso el ejemplo en el tráfico de vehículos; el de cruceros, donde se igualará el récord de pasaje del año 2011; o el comercio exterior, principalmente las exportaciones, que se han situado a niveles de precrisis.
Cambra señaló que «2014 se iniciará con un contexto singular que veremos en los próximos meses y hay dos aspectos de los que tenemos la obligación de sacar buen provecho: por un lado la situación económica, que debe mejorar; y, por otro, los cambios en el sector marítimo, que debemos voltear y aprovecharnos de las oportunidades». Igual que hace años el puerto perdía tráficos porque no estaba suficientemente preparado para asumirlos, «ahora hemos ganado en capacidad, por lo que no podemos dejar de ganar oportunidades».
Mariano Fernández, que hasta enero seguirá siendo el presidente de la Asociación de Transitarios (Ateia Barcelona) fue el singular protagonista del acto, que le sirvió como homenaje después de seis años al frente de la entidad. En su breve discurso (en el que no faltó una referencia poética de su paisano asturiano Ramón de Campoamor) quiso ser, como siempre, muy claro: «si la exportación es el motor de la recuperación económica, estamos en la obligación de mejorar nuestros servicios para con nuestros clientes. Pero no sólo las empresas: las administraciones también están obligadas a facilitar el comercio internacional», en lugar de poner palos a las ruedas.
Quizá Antonio Llobet, presidente del Colegio de Agentes de Aduana (Coacab) fue quien realizó un discurso menos centrado en la economía global y más corporativo, atendiendo a los importantes logros, sobre todo a nivel de formación, que ha asumido la entidad que preside. Incidió también en «el impulso que -desde el Coacab- damos para establecer un criterio común dentro de la representación aduanera, a través de la Clecat», el organismo europeo que une a transitarios, transportistas, agentes de aduana y logistas. También hizo mención al éxito de la segunda edición del posgrado en agente profesional de aduanas, que se imparte en la Universidad de Barcelona.
Por su parte, Ángel Montesinos, presidente de la Asociación de Agentes Consignatarios, hizo mención explícita a la absolución de la Comisión Nacional de la Competencia en el expediente incoado hace varios meses referido a las -erróneas- distorsiones de competencia respecto al transporte en el puerto de Barcelona. También habló de la situación económica señalando que «trabajando juntos, los resultados acabarán llegando»
Pero, sin duda -Mariano Fernández al margen- el protagonista de los discursos de la velada fue, como ocurre a menudo, el presidente de la Asociación de Empresas Estibadoras del puerto, Javier Vidal. Su locución estuvo, como siempre, cargada de fina ironía, donde se podía leer entrelíneas el disgusto que tienen los empresarios con las administraciones, tanto políticas, como judiciales: «Nos estamos dejando la piel para subsistir, pero Competencia anda tras nosotros por cumplir la Ley y llegar a un convenio con nuestros trabajadores, con la firma del Acuerdo Marco».
Vidal se quejó amargamente de que Hacienda no crea conveniente que las empresas puedan ampliar sus plazos concesionales, por una necia e irreal visión distorsionada de cómo funcionan las cosas en los puertos. Para Vidal «es triste ver cómo -en Barcelona- somos el primer puerto en solidaridad (ver noticia relacionada), con un 30% de ventaja sobre el segundo, mientras que nadie [de la Administración] se solidariza con nosotros». En cualquier caso, y fiel a su siempre agradecido discurso, Vidal finalizó con el tradicional «Bon Nadal, feliz Navidad, zorionak, gabon eta urte berri on».