Más de un centenar de regatistas de 13 países de toda Europa, de edades entre 17 y hasta 71 años, han puesto punto y final este domingo a las 2022 Windsurfer Europeans – «La Brava Cup», que han recuperado los orígenes de este maravilloso deporte que es el windsurf, volviendo a sus raíces cuando entró en España, precisamente por la bahía de Roses.
Durante los primeros cuatro días de navegación, en formato Course Race, se han disputado hasta 10 mangas, en las que los participantes se han dividido en dos campos de regatas (amarillo y azul) y en cinco categorías -cuatro masculinas por peso- y una femenina.
En la última jornada de este domingo, la Course Race se ha sustituido por una travesía (long distance) entre Sant Pere Pescador y L’Escala, memorial Cris Barceló, donde los regatistas competían en una sola categoría. La travesía se ha convertido en un todo un espectáculo visual de colores para los turistas que estaban en las playas de la bahía de Roses.
El buen balance, tanto por parte de los participantes como de los espectadores, hará que este tipo de travesías tenga continuidad en futuros eventos de vela organizados por el Club de Vela la Ballena Alegre.
La Brava Cup de Windsurfer es el segundo campeonato de la temporada de regatas de la Costa Brava, que empezó con la WindBA Costa Brava Spring Cup -test del Optimist World Championship que Sant Pere Pescador acogerá en junio del 2023- y finalizará con los 23rd Hobie 16 worlds en el mes de septiembre.
Al margen de la competición, las 2022 Windsurfer Europeans – «La Brava Cup» han servido para reivindicar el rejuvenecimiento de los primeros surfs a vela que llegaron al país, hace más de cincuenta años. De hecho, el 63% de la flota de esta regata estaba formada por navegantes nacidos antes de 1970.