El puerto de Tarragona movió 28 millones de toneladas durante el año 2013, situándose en el sexto puesto del ranking de puertos españoles, a muy poca distancia de Bilbao y Cartagena, que ocupan los puestos cuarto y quinto. Esa carga supone un descenso significativo respecto a la carga movida durante 2012.
Josep Andreu analizó el descenso de diferentes partidas de carga y atribuyó el mal año a causas ajenas a la gestión portuaria. Así la caída del tráfico de carbón un 41,4 por ciento cabe atribuirla al menor consumo de este combustible por las centrales eléctricas, que son las principales consumidoras. La bajada de descargas de grano, un 25,8 por ciento, se debió a un doble factor; por un lado el acopio de grano que efectuaron los importadores en 2012, aprovechando el bajo precio de mercado; y por otro lado, la buena cosecha de cereales en España, que lógicamente ha hecho disminuir las importaciones. El descenso, un 15,6 por ciento, del tráfico de productos químicos y petrolíferos, tráficos en los que el puerto de Tarragona es particularmente fuerte, hay que imputarlo al descenso del consumo por la crítica coyuntura del año 2013.
Aún con estos números, el puerto de Tarragona generó unos recursos de 21,9 millones cde Euros y obtuvo una beneficio, ingresos menos gastos y amortizaciones, de 4,34 millones de Euros. El presidente concluyó afirmando que la gestión del puerto ha seguido mejorando durante 2013.
La segunda parte de su intervención la dedicó Josep Andreu a presentar las líneas estratégicas de actuación que han de conducir a estabilizar los tráficos tradicionales de Tarragona y a captar nuevos tráficos. Fundamentalmente, la APT se plantea mejorar su presencia internacional con misiones comerciales a centros navieros y comerciales de gran importancia, y analizar con rigor los tráficos concretos que razonablemente pueden crecer o venir a Tarragona en lugar de otros puertos. El presidente informó que unas horas más tarde volaría a Miami para presentar la marca Tarragona Cruise Port – Costa Dorada cuyo objetivo sería poner las bases para captar tráfico de cruceros, con buques de tamaño medio, entre 1000 y 2000 pasajeros. Y que en julio está prevista una misión comercial a China con objetivos concretos seleccionados en función de los estudios de tráficos que pueden optar por el puerto de Tarragona.
Para normalizar el tradicional tráfico de productos petroquímicos, la APT impulsa el proyecto ChemMed Tarragona, un clúster industrial, logístico y científico, con participación de la Universidsd Rovira i Virgili, el Ayuntamiento, la Diputación y diversas empresas del sector.
A ese esfuerzo organizativo por aumentar la visibilidad del puerto de Tarragona en los mercados internacionales, hay que añadir la imprescindible mejora de las infraestructuras, es decir las inversiones. Está previsto invertir 37,6 millones de Euros durante el año 2014, la mayor parte, 17 millones, en actuaciones ferroviarias, y 6,3 millones en la ampliación del muelle de petroquímicos, obra prácticamente acabada y que está a la espera de que la agenda de la ministra Pastor permita su inauguración.
Josep Andreu desglosó las diferentes partidas presupuestarias previstas para la mejora de las infrasestructuras y los servicios del puerto y puso especial énfasis, ilusión y vehemencia, cuando mostró los planes de futuro para crear una estación marítima con suficiente funcionalidad como para captar tráfico de ferrys y cruceros.
La posible construcción y puesta en marcha del complejo turístico Barcelona World en terrenos próximos al puerto de Tarragona constituye una oportunidad magnífica para que Tarragona dé el salto de un puerto exclusivamente industrial a un puerto de cruceros. Esa perspectiva necesita un calendario amplio, varios años y un largo recorrido ya previsto en el Plan Director del puerto para los años 2015-2030. El presidente de la APT explicó que los técnicos contemplan una etapa intermedia entre la deficiente situación actual y la futura estación marítima que ha de situarse en una ubicación próxima al centro de la ciudad. Esa etapa intermedia aprovecharía la obra de la escollera sur para contruir dos grandes explanadas que darían un servicio aceptable a los buques de crucero que pudieran venir al puerto de Tarragona.
Por supuesto, Josep Andreu, advirtió de la enorme competencia que tenían a escasos cien kilómetros al norte de Tarragona, referencia al puerto de Barcelona, que en tráfico de cruceros ha conseguido un éxito espectacular.