Esta jornada analizará, por primera vez en Barcelona, las consecuencias que tendrá en toda la región mediterránea la implantación de la zona SECA (Sulphur Emission Control Area) a los puertos del Sur de Europa en 2020, según ha anunciado la Comisión Europea.
En cinco años, el conjunto de las fronteras marítimas de la Unión Europea pasarán a ser zona CECA, si bien en la costa atlántica meridional y en la mediterránea la limitación prevista será del 0,5% de azufre en el combustible.
Las zonas SECA están sometidas a un estricto control de las emisiones originadas por los buques. En estas áreas, actualmente el Mar del Norte, Mar Báltico, Canal de la Mancha y las costas Este y Oeste de los Estados Unidos, sólo tienen permiso para navegar los barcos impulsados por combustibles con un contenido de 0,1% de azufre, como especifican las normativa de la CE y el Anexo VI del Convenio Marpol de emisiones de azufre de origen marítimo.
Para cumplir con esta normativa las navieras tienen diferentes opciones: utilizar fuel con el porcentaje de azufre establecido por las administraciones; utilizar sistemas de filtrado de los humos para verter al aire emisiones con porcentaje de gases contaminantes (SOx, NOx, ODS, VOC) inferior a los permitidos; y utilizar combustibles limpios, como es el caso del GNL.
El Seminario SECA. Impacto Europeo de las regulaciones de azufre recogerá los estudios y las valoraciones realizados en los países del Norte del continente, donde se aplican estas restricciones hace años y que son zona SECA con combustible con un 0,1% de azufre desde el 1 de enero de 2015 y reunirá a especialistas europeos que aportarán las diferentes visiones de los sectores implicados: los puertos, las navieras, los cargadores y las administraciones. También se presentará la labor realizada hasta ahora por el European Sustainable Shipping Forum, el grupo de expertos sobre este sujeto impulsado por la CE.
El puerto de Barcelona y Transprime han emprendido esta jornada conscientes de que hay que hacer compatible el transporte marítimo –un factor insustituible para el crecimiento y la internacionalización del país- con una logística limpia, competitiva y de calidad.
Para ello, la instalación catalana está emprendiendo diferentes iniciativas para reducir el impacto que la actividad portuaria genera en el medio ambiente y en su entorno. Destacan el programa BCN Zero Carbon, que tiene el objetivo de convertirse en el horizonte del año 2020 un puerto neutro en emisiones de carbono para el paso de la mercancía; el impulso del gas natural licuado (GNL) como combustible para los camiones, barcos y maquinaria portuaria; o la Ecocalculadora, el servicio online que permite calcular las emisiones de CO2 de las cadenas logísticas y buscar rutas alternativas más sostenibles.