Joan Roig estudió náutica en Barcelona. Tras obtener el título de capitán de la marina mercante y con los requisitos de mando y experiencia necesarios para optar a una plaza de práctico de puerto (los buques de Elcano e Ibarra fueron sus principales escuelas), se presentó y obtuvo la correspondiente al puerto de Sant Carles de la Rápita, donde ejerció desde 1986 a 1995. En esa fecha obtuvo plaza de práctico en la corporación del puerto de Barcelona. En 2012 encabezó la candidatura única que optó a dirigir el CONP. Ahora, con la reelección, Joan Roig cumplirá el máximo de ocho años de mandato, una norma aprobada por abrumadora mayoría en este congreso.
En los cuatro años al frente de los prácticos de puerto españoles, Joan Roig ha mostrado una gran clarividencia para detectar los problemas y amenazas que se cernían sobre el servicio de practicaje y la firme determinación de defender la independencia del servicio, garantía de su eficacia como instrumento clave de la seguridad marítima.
Es posible que en los próximos cuatro años se intensifique la incomprensión de algunas autoridades portuarias y haya que seguir fajándose con la codicia extractiva de algunos empresarios, cuya miopía por el beneficio a corto plazo les empuja a recortar, recortar y seguir recortando con el único afán de engordar sin tino su propio capital.
El servicio de practicaje, en España, en Europa y en el mundo, está hoy mucho mejor preparado para cumplir su función en pro de la seguridad del transporte marítimo y mucho más decidido a afrontar los cambios necesarios para adaptar el servicio de practicaje a los cambios tecnológicos y económicos que se están produciendo en el marco del comercio por vía marítima. El nuevo equipo de gobierno del CONP, con Joan Roig al frente y Antonio Molinero como director ejecutivo, habrá de seguir trabajando como lo han venido haciendo desde 2012. Con tenacidad, talento y flexibilidad.