La investigación concluyó que el portacontenedores panameño ACX HIBISCUS, que había salido de Singapur, cruzó la proa del HYUNDAI DISCOVERY, que navegaba hacia Singapur, en condiciones de pobre visibilidad y sin la precaución debida. Ambos buques sufrieron serias averías, pero sin haberse producido daños personales ni contaminación. El informe dice que los oficiales de guardia en los dos buques reaccionaron con medidas para evitar la colisión, pero no tomaron las debidas precauciones, de acuerdo con el vigente Reglamento internacional para prevenir los abordajes.
El MAIB reseña que la investigación quedó limitada a las acciones preventivas de los buques infractores, al haberse negado los armadores del buque panameño, ACT Carriers Corp., con la complicidad de la Autoridad Marítima de Panamá, a facilitar al MAIB ciertos registros de equipos esenciales. Debido a esta carencia no se habrían podido tratar las causas determinantes de la colisión.
La Autoridad marítima de Panamá concluyó que la conducta del primer oficial (de guardia) se vio adversamente afectada por la fatiga.
El MAIB recomienda a los propietarios del HYUNDAI DISCOVERY que compartan la lección del accidente con sus oficiales así como que la tengan en cuenta para futuras enmiendas de su sistema de gestión de la seguridad, particularmente en la prevención de colisiones.
El MAIB recomienda, a su vez, a la Autoridad marítima de Panamá, que instruya apropiadamente a su flota sobre la ineficiencia de las guardias de mar, y también de que asegure el cumplimiento de las normas del Código de investigación de accidentes de la Organización marítima internacional, dada la significante debilidad en la aplicación efectiva