El remolque funciona como un complemento idóneo para operar conjuntamente con el travelift, ya que la función de este se limita a retirar y colocar las embarcaciones en el agua. Este remolque, al tener una anchura máxima exterior de 3,26 metros, permite manipular los barcos con mayor facilidad y rapidez, así como reducir la distancia entre embarcaciones estacionadas, aprovechando al máximo el espacio del varadero.
El remolque está fabricado en acero galvanizado por inmersión, con una longitud máxima de 7,93 metros (con brazo extensible incluido). Su sistema hidráulico incorporado permite elevación, anchura regulable y articulación de las ruedas frontales para facilitar la maniobra. El remolque viene equipado con un cuadro de mandos que se coloca sobre el vehículo motriz y permite una mejor maniobrabilidad por parte del operador, y está diseñado para trabajar en suelos desiguales gracias a su regulación lateral independiente.