Los servicios de inteligencia de los tres países han recibido serios avisos de que los piratas pueden llegar a establecer relaciones con grupos terroristas islámicos, pues no olvidemos que Indonesia es el país con mayor número de musulmanes del mundo. «Nos preocupa que los piratas puedan atentar contra intereses occidentales y utilizar los buques asaltados para nuevos atentados”, declaró Chung Han.
Por su parte el coronel Steven Tan, comandante del Grupo Especial de Seguridad Marítima de la armada de Singapur, declaró en una reciente conferencia sobre la piratería que tuvo lugar en Singapur el pasado 23 de abril, que los últimos actos de piratería hacían imprescindible extender la colaboración interregional más allá de los límites del estrecho de Malaca, donde ya venía funcionando un esquema de colaboración.
Esa colaboración interregional ha sido respaldada por el ReCAAP (Regional Cooperation Agreement on Combating Piracy and Armed Robbery against Ships in Asia), que ha recordado que se produjeron 23 asaltos a buques fondeados en 2014, mientras que en 2013 sólo se produjo un asalto de esas características.