Hasta la fecha, la huelga ha hecho desviar 150.000 TEU en dos meses, a puertos de la costa Este, en buques Panamax (4000-6000 TEU), que cruzando el Canal de Panamá, descargan directamente en los puertos del este de EEUU.
La consecuencia directa ha sido la subida en los precios de fletamente en time charter de los Panamax que estaban abocados sin remedio a la chatarra.
La sensibilidad de la distribución a los vaivenes de la realidad social es una evidencia que tiene cada día un mayor impacto en nuestra vida. La globalización y la extensión exponencial de las actividades logísticas tienen como consecuencia directa una mayor debilidad en las cadenas de distribución.
¿Pueden los puertos de la costa Este de USA aceptar de pronto un aumento de tráfico de 300.000 TEU? ¿Y organizar la distribución hacia los destinos interiores? ¿Qué ocurriría con una huelga en un puerto europeo al que llegaran buques de 18.000 o 20.000 TEU, y mantuviera la huelga un par de meses?