La noticia ha saltado a todos los medios de comunicación. «Aparece el barco del tesoro más buscado del Caribe» titula hoy La Vanguardia en una información a todo página. Tras una investigación modélica por un grupo interdisciplinar de expertos, que incluía personal de la Armada y profesionales extranjeros, el Gobierno colombiano que preside Juan Manuel Santos ha hecho público el hallazgo del célebre galeón español SAN JOSÉ hundido frente a las costa de Cartagena de Indias en 1708 cuando navegaba hacia España cargado de oro, plata y piedras preciosas.
El anuncio lo ha hecho el propio presidente Santos, que ha presentado pruebas de la autenticidad del hallazgo y ha afirmado que se trata del mayor y más valioso tesoro jamás hallado en la historia de la Humanidad.
El SAN JOSÉ fue hundido por una flota corsaria con licencia de la reina Ana Estuardo, desde 1702 reina de Inglaterra y desde 1707 reina de la Gran Bretaña, la primera mujer que ocupó la monarquía británica. Por entonces la monarquín inglesa estaba en guerra con la corona española que ostentaba el nieto de Luis XIV, Felipe de Anjou, Felipe V, con la oposición de una alianza de países (Austria, Holanda, Portugal, los estados alemanes, Prusia y Gran Bretaña), que temerosos del poder de los Borbones, apoyaban al archiduque Carlos de Habsburgo, familiar del emperador de Austria, Leopoldo I. Ambos bandos, borbones y austracistas, guerreaban por el trono de España vacante y sin dueñó a la muerte, sin descendencia, de Carlos II, El Hechizado. El galeón SAN JOSÉ fue así una víctima más de la llamada Guerra de Sucesión, que terminó, excepto para Barcelona, con el Tratado de Utrecht en 1713.
Los tesoros que supuestamente contiene el legendario galeón SAN JOSÉ han sido mitificados durante años, hasta el punto de que Gabriel García Márquez, en su novela “El amor en los tiempos del cólera” se refiere a él varias veces, puesto en boca de Florentino Ariza, el enamorado sin límites de Fermina Daza.
Cuenta el gran escritor colombiano (página 139 de la primera edición de Editorial Bruguera), que el SAN JOSÉ era la nave insignia de la Flota de Tierra Firme y había llegado aquí [Cartagena de Indias, en la costa caribeña de Colombia] después de mayo de 1708, procedente de la feria legendaaria de Portobello, en Panamá, donde había cargado parte de su fortuna: trescientos baúles con plata del Perú y Veracruz, y ciento diez baúles de perlas reunidas y contadas en la isla de Contadora. Durante el mes largo que permaneció aquí, cuyos días y noches habían sido de fiestas populares, cargaron el resto del tesoro destinado a sacar de la pobreza al reino de España: ciento diecises baúles de esmeraldas de Muzo y Somondoco, y treinta millones de monedas de oro.
Aunque las cifras del laureado escritor resultan ciertamente poco verosímiles, lo cierto es que, como ha reconocido el presidente colombiano, el pecio contiene un enorme tesoro.
Juan Manuel Santos no ha querido revelar la situación en la que han encontrado el naufragio, limitándose a decir que ha constituido un excelente trabajo de la arqueología submarina de su país.