Según ha recogido la Asociación de Navieros Españoles (Anave), para Grimaldi «fue una irresponsabilidad adoptar esta norma sin haber articulado antes un programa de medidas para facilitar su cumplimiento». El máximo responsable de la naviera transalpina explicó que al menos en el caso de la compañía que él dirige ya se habían realizado avances previos. Pero Grimaldi explicó que, en el momento en que se aprobó dicha normativa «no había soluciones, ni scrubbers, ni una logística de gas natural licuado».
Grimaldi lamentó el «gran daño» que esta situación está provocando al sector y culpabilizó de la misma a los políticos, a quienes tachó de «irresponsables» al no haber previsto que los costes que implica la adopción de los nuevos requisitos fueran «soportables», un punto que ya ha tratado NAUCHERglobal, desde la perspectiva de la Cámara Naviera Internacional, ICS (ver información relacionada)
Grimaldi, en el marco de la XVIII Euromed Convention celebrada en Creta afirmó que el llamado toolbox (conjunto de medidas destinadas a facilitar la transición y cumplimiento de los nuevos límites de emisión de azufre), entre las que se incluyen tecnologías como la instalación de sistemas de depuración –scrubbbers– de los gases de escape de los motores de los buques o la adopción del GNL como combustible, son aún tecnologías no maduras. Para el armador italiano «son remedios más que soluciones».
También lamentó que debido a la ausencia de una logística eficaz de distribución del GNL, en unos lugares es «increíblemente caro y en otros muy barato, pero en los puertos europeos en los que nosotros operamos no está disponible el suministro de este gas como combustible por lo que no nos representa una solución». Su opinión respecto a los scrubbers fue diferente: aunque hoy «son aún pesados, muy caros, reducen el espacio a bordo y requieren de grandes modificaciones», ofrecen potencial de mejora, señaló.
En su intervención, Grimaldi se dirigió a las instituciones europeas para recordarles que “si han venido subvencionando tantas cosas hasta ahora, también podrían hacerlo con los scrubbers durante un tiempo para hacerlos asequibles y facilitar su instalación con el fin de hacer las flotas más competitivas“.
Emanuele Grimaldi también se refirió a las repercusiones económicas de estas nuevas normas sobre sus clientes, afirmando que, en sus servicios en el interior de las SECAS, los incrementos de tarifas tendrán que ser «de un 10% a un 15%, si no se hace nada por evitarlo», lo que acabará por provocar un trasvase modal de cargas del barco a la carretera, lo que hará que se reduzca la demanda entre un 15% y un 35%, lo que en cualquier caso «no es sostenible en tiempos de crisis».
