NAUCHERglobal fue el primer medio de comunicación que informó de la situación del buque gasero de bandera española CELANOVA, abandonado por su armador con quince tripulantes a bordo en la bahía de Manila (enlace a la noticia). En los días siguientes, la prensa internacional especializada y numerosos medios españoles, incluida Televisión Española, se hicieron eco de la noticia. En NAUCHERglobal sabíamos, desde octubre de 2019, que la tripulación del CELANOVA no cobraba sus salarios con regularidad y tenían enormes problemas con los repuestos del buque, amén de operar en tráficos algo más que arriesgados. La profesionalidad de este medio nos llevó a indagar en la empresa propietaria del buque, Globalgas, de la que con poco esfuerzo descubrimos en la red actuaciones y prácticas empresariales indeseables. Tal vez, la más llamativa sea ese burlar las notificaciones judiciales condenatorias, obligando a la Administración a iniciar un procedimiento lento y costoso para garantizar el derecho de los perjudicados por Globalgas, empresas y trabajadores. Recabamos también de diversas fuentes información y opiniones sobre los propietarios y gerentes de Globalgas, la familia Burgos. Con ese acervo, tras publicar dos artículos sobre la situación a bordo del CELANOVA, decidimos publicar una pieza sobre los responsables de la ignominia (enlace a la noticia), conscientes de que el periodismo no puede limitarse a mostrar, como advierte Ignacio Martínez de Pisón en La Vanguardia de ayer, una “historia deshuesada, sin nombres ni apellidos, sin asunción de responsabilidades, convertida en una inocua fábula para niños”.
La información sobre Globalgas y sus gestores no cayó bien a los señores Burgos Marín y Burgos Escudero, padre e hijo, de quienes ayer mismo recibí en mi correo de NAUCHERglobal una “carta dirigida a Estudios Marítimos Naucher, SL”, empresa editora de NAUCHERglobal, conminando a publicarla por mor de la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación:
Nos dirigimos a Vd., en su condición de Director de la plataforma de información online del sector marítimo denominada “naucher GLOBAL” y hacemos expresa referencia al artículo aparecido en dicho medio el día 15 de mayo de 2020, con el titular “Rodolfo Burgos, Globalgas y las empresas irresponsables”, cuya autoría se atribuye Juan Zamora Terrés.
Las manifestaciones que se vierten en dicho artículo, referentes tanto a nuestras personas como a la mercantil GLOBALGAS, S.A., aparte de ser absolutamente falsas y sin que hayan sido confrontadas, ni en lo más mínimo, con fuentes solventes, son gravemente difamatorias y han perjudicado enormemente nuestro honor, dignidad y profesionalidad.
Como consecuencia de todo lo anterior, y en méritos de lo dispuesto en los artículos 1, siguientes y concordantes, de la Ley 2/1984, de 26 de marzo, de Derecho de Rectificación, les requerimos expresa y formalmente para que publiquen, en el improrrogable plazo de 72 horas, en la plataforma de información online del sector marítimo “naucher.com”, en la misma sección en que fue publicada la noticia calumniosa, la siguiente RECTIFICACIÓN –sin comentarios ni apostillas– y haciendo figurar, asimismo, en el encabezamiento, dicha exacta expresión:
“En relación con la Noticia aparecida el pasado día 15 de mayo en esta misma sección bajo el título “Rodolfo Burgos, Globalgas y las empresas irresponsables”, firmado por el periodista de esta plataforma, Juan Zamora Terrés, la Dirección de “naucher GLOBAL” se retracta públicamente de las manifestaciones vertidas en el mismo por no ser en absoluto ciertas, por no haberse confrontado debidamente con otras fuentes solventes, y por ser gravemente difamatorias. En particular, la presente rectificación afecta a los siguientes extremos:
1.- Don Rodolfo Burgos Marín NO es conocido en absoluto en los medios marítimos por “los pufos que va dejando a su paso”.
2.- Don Rodolfo Burgos Marín y su hijo, don Rodolfo Burgos Escudero, NO han sido artífices, beneficiarios ni por supuesto condenados por estafa o fraude relacionado con la privatizaron de los astilleros públicos Hijos de J. Barreras, con la Naviera del Odiel o con Construcciones Navales del Odiel.
3.- Que la sociedad GLOBALGAS, S.A., don Rodolfo Burgos Marín y don Rodolfo Burgos Escudero, NO han sido condenados por la comisión de fraude o estafa alguna.
4.- Y por ende, NO se han podido servir de contactos de personas “cuya ambición y carencia de principios y valores éticos les arrastra a la colaboración en los desmanes”.
Por otro lado, en dicha noticia hemos detectado la presencia de una fotografía, en la que es claramente identificable a don Rodolfo Burgos Escudero. Sin embargo, Uds. no han sido autorizados, de ninguna manera, a realizar dicha difusión, ni mucho menos, con el fin de difamarle.
Es por ello, que les requerimos igualmente para que procedan a la SUPRESIÓN inmediata de dicha fotografía por cuanto no han sido autorizados previamente para difundirla, suponiendo dicha actitud una vulneración más al derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia imagen del Sr. Burgos Escudero; derechos que como perfectamente conocen –o al menos, deberían conocer–, están ampliamente protegidos por nuestra Constitución.
Es tremendamente decepcionante que una información que afecta directamente a la reputación y prestigio profesional de una familia ligada al sector marítimo desde hace varias décadas, sea tratada no solo sin el suficiente rigor profesional del periodismo, que llevaría a considerar necesario comprobar los datos para garantizar un ejercicio profesional exigente y riguroso, sino que emplee sin ningún rubor y con temerario desprecio a la verdad, la imputación de hechos delictivos concretos, acompañada de la difusión de fotografías personales sin autorización alguna, con evidente mala fe y finalidad acusatoria.
Sin perjuicio del apercibimiento que se le dirige a Vd. para que publique la anterior rectificación en el plazo y forma indicados, se hace expresa reserva del ejercicio de cuantas acciones nos correspondan en Derecho hasta ver corregidas las calumniosas e injuriosas manifestaciones realizadas al respecto a nuestras personas, por parte del periodista de su diario, Juan Zamora Terrés.
Fdo. Rodolfo Burgos Marín – Fdo. Rodolfo Burgos Escudero
El escrito de los señores Burgos incluye, sin necesidad alguna, una serie de juicios de valor sobre NAUCHERglobal que considero inadmisibles y faltos de sentido. Pero, además, la rectificación pretendida no es tal, pues nada tiene que ver con el texto publicado, de forma que en realidad se trata de una petición de autobombo gratuito e indecoroso dada la actuación de Globalgas con sus trabajadores embarcados en el gasero CELANOVA y con la Administración de justicia. Y así se lo hice saber en el siguiente escrito a vuelta de correo electrónico.
Señores Burgos Marín y Burgos Escudero. Agradezco en lo que vale la carta de rectificación que han tenido ustedes a bien hacer llegar a NAUCHERglobal. De acuerdo con el director del medio, Daniel Molero, les respondo como autor del artículo cuestionado y editor de la plataforma informativa.
La información que aparece en el artículo a que ustedes hacen referencia ha sido contrastada y verificada, y disponemos de las pruebas documentales correspondientes.
Solicitan ustedes una rectificación de los siguientes puntos, que paso a comentarles.
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- La reputación empresarial del señor Burgos Marín y del señor Burgos Escudero queda bien acreditada en el hecho de que ha dejado abandonados a quince tripulantes, empleados suyos en el buque CELANOVA, sin comida ni agua ni suministros necesarios. Además, no perciben sus salarios desde el mes de octubre, según las fuentes consultadas por este medio, todas ellas solventes y de confianza. Consta además que ustedes no contestan a las notificaciones judiciales de sentencias y resoluciones condenatorias. A mayor abundamiento, en el artículo se cita la información aparecida en el diario El País, de fecha 23 de febrero de 2004, que les vincula con la irregular operación de la compra de los astilleros Hijos de J. Barreras, sin que por nuestra parte nosotros hayamos añadido nada más.
- En efecto, ustedes no han sido condenados “por estafa o fraude relacionado con la privatizaron [sic] de los astilleros públicos Hijos de J. Barreras, con la Naviera del Odiel o con Construcciones Navales del Odiel”, y así se hace constar en el texto del artículo que claramente expresa que la estafa de que habla El País de 23 de febrero de 2004, “el Gobierno español, entonces presidido por José María Aznar, no supo atajar ni perseguir”.
- De nuevo nada hay que rectificar en este punto porque en el artículo en cuestión no se dice en ningún momento que ustedes “han sido condenados por la comisión de fraude o estafa”. Han sido condenados, según nos consta de forma fehaciente, por otros problemas y conflictos, que son a los que NAUCHERglobal hace referencia.
- La afirmación de que ustedes se han servido para sus negocios de personas carentes de principios constituye una obviedad por lo anteriormente expuesto; una afirmación, en todo caso, amparada por la libertad de expresión del periodista.
Les comento, por último, el tema de la fotografía que ilustra el artículo, una alusión asombrosa puesto que ustedes saben, o deberían saber, que esa foto del señor Burgos está expuesta, libremente y para uso público, en el portal Linkedin y en la última memoria publicada en el portal en red de la Asociación de Navieros Vascos. Lógicamente, esa imagen no ha sido utilizada ni por Linkedín ni por Anavas ni, por supuesto, por NAUCHERglobal con el fin de difamarle.
Por consiguiente, no hallo razones para publicar rectificación alguna. Quedamos a su disposición para confrontar sus afirmaciones en la vía judicial, si ustedes, como apuntan en su comunicación, deciden utilizar “cuantas acciones nos correspondan en Derecho”.
Les reitero mi agradecimiento por su carta de rectificación.
Cordialmente.
Juan Zamora Terrés
Barcelona, 21 de mayo de 2020.
Fin de la historia, espero.