Al cierre del pasado ejercicio se habían movido por las dársenas gijonesas 19.051.263 toneladas –2.432.471 más que el año anterior–, lo que supone un incremento del 14,64%. Se supera así la media de tráfico de los últimos 25 años, que es de 18,3 millones de toneladas, y la cifra del ejercicio de 2019, previo a la pandemia.
Los graneles líquidos aumentan 86.646 toneladas, un incremento del 11,5%, soportado en su mayor parte por las toneladas de butano manipuladas –el 183% más que el año anterior– y los productos asfálticos, que crecieron el 21%, lo que compensa la bajada de las gasolinas y gasóleos, que fue del 10%.
Por su parte, los graneles sólidos movidos por los muelles comerciales aumentaron en 1.877.816 toneladas respecto al pasado ejercicio, y alcanzaron las 6.810.445 toneladas, en un apartado en el que destaca el incremento de carbón, el 126%, con 3.403.616 toneladas. A este resultado han contribuido también 366.566 toneladas de cereales, que aumentan el 89%. A destacar las 403.623 toneladas exportadas de piedra caliza procedente de canteras asturianas con destino a Brasil.
En el capítulo de mercancía general, en el que los productos siderúrgicos han sufrido un retroceso del 9% –61.563 toneladas menos– se alcanzaron las 609.091 toneladas. Las transportadas por contenedor disminuyeron en 174.818, que supone una caída del 22%, marcada por la bajada de un 36% de los productos siderometalúrgicos -alambrón, zinc y aluminio- y por la de las mercancías pertenecientes al grupo agroganadero y alimentario, que disminuyó el 20%, lastradas por la menor importación de café y exportación de leche.
Por la terminal granelera Ebhisa se han movido 902.922 toneladas más que en 2021, hasta los 10.149.731, y el carbón térmico, con un crecimiento del 106%, hasta los 3.213.634 toneladas, no sólo ha contribuido de forma significativa a ello, si no que ha compensado la bajada del carbón siderúrgico y del mineral de hierro, como consecuencia de la parada de un horno alto de Arcelor Mittal.
Más de trece millones de euros en el balance económico
El crecimiento del tráfico portuario (cerca del 15%), junto con la contención del gasto y una activa política financiera, han posibilitado que el cierre, provisional, del ejercicio arroje un beneficio neto de 13,2 millones de euros, sujeto a la formulación definitiva de las cuentas que tendrá lugar el próximo mes de marzo. El puerto lograría así su mejor resultado económico desde el año 2000.
Por otro lado, el plan de contratación 2023 alcanza los 20,5 millones de euros, con un gasto previsto para el actual ejercicio de 1.995.500 euros en 24 licitaciones de los diferentes departamentos, así como una inversión de 18.515.781 euros repartidos en otras 71 licitaciones.
Mejora ferroviaria y asfaltado de la ampliación, principales inversiones para 2023
Las vías de ferrocarril del muelle de la Osa serán renovadas en los próximos meses. Se trata de una de las principales inversiones del puerto de Gijón para este año, con un presupuesto previsto de 3 millones de euros. Además, también está pendiente de adjudicación la obra para que el ferrocarril llegue a la ampliación de El Musel, cuya ejecución está prevista para los próximos meses, con una inversión de 5 millones de euros.
Otra de las partidas reseñables está destinada a la pavimentación de la fase IV de la ampliación, para la que se destinarán 2,25 millones de euros. Además, en este apartado también figura el acondicionamiento de la fase I por 600.000 euros. La pavimentación del terreno facilita las tareas de limpieza. Así, estas obras contribuirán a mejorar la calidad del aire, al minimizar el riesgo de partículas en suspensión durante o después de la operativa.
En la misma línea de mejora de la calidad del aire, en 2023 se instalará un nuevo lavarruedas que costará 250.000 euros y se dispondrá una barrera antipolución en el muelle Marcelino León, en la zona de la Ebhisa. La actuación fue licitada en 2022 por 1,4 millones de euros y el proceso quedó desierto.