Durante la segunda jornada del Smart Ports III, Piers of the Future, que se ha celebrado en Barcelona, los temas a información y debate han girado en torno a las tres áreas mencionadas ayer en la información de NAUCHERglobal que firmaba David Rodríguez: tecnología, economía azul y transición energética; con el añadido de otra palabra inglesa de moda: Resilience, unas veces utilizada como sinónimo de durabilidad, otras como resistencia, otras como fiabilidad, otras como flexibilidad… todos conceptos positivos. (Entre paréntesis, no está de más recordar el significado de resiliencia: 1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. 2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.)
La primera mitad de la jornada de hoy, en la que han participado representantes de los puertos de Busan, Hamburgo, Copenhague y Gothenburg, junto a Global Ports, el European Institut of Innovation and Technology y la Inland Ports Association, ha estado monopolizada por las tecnologías encaminadas a sustituir los gases de efecto invernadero por emisiones limpias procedentes de combustibles renovables y sostenibles (Green Ports) y por la discusión sobre las formas organizativas más eficaces para mejorar las cadenas logísticas (Smart Ports). Hay unanimidad en que el cambio, una revolución, que supone la digitalización de la información y de los procesos relacionados con el comercio y el transporte, ha de ser acometida con la colaboración entre los puertos, los usuarios y las comunidades portuarias. El problema reside en cómo, por qué vías, se consigue esa colaboración entre puertos y sociedades que compiten entre sí. En general, todos los participantes se mostraron optimistas.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y CIBERSEGURIDAD
En la segunda mitad de la jornada primaron las propuestas sobre programas y aplicaciones de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia de la organización y operativa portuaria y de las cadenas logísticas relacionadas. El proyecto Mozart del puerto de Hamburgo, cuyo objetivo es optimizar el transporte terrestre conectado con el puerto, resultó de especial interés pues los programas informáticos creados para que las señales de las vías y cruces de caminos, dentro y fuera del puerto, no sean estáticas, sino que respondan a la densidad del tráfico en tiempo real, pueden ser fácilmente adaptados para su uso en las ciudades.

Lance Kaneshiro , director del Cyber Resilience Center del puerto de Los Ángeles, expuso con detalle los riesgos y las amenazas que contienen los programas y aplicaciones digitales utilizadas en las organizaciones logísticas y portuarias, y la vigilancia que hay que aplicar para evitarlas.
NECESIDAD DE CONTACTOS PERSONALES
Tanto Emma Cobos, directora de Innovación y Estrategia Comercial del puerto de Barcelona, como Santiago García Milá, subdirector general de Estrategia, Desarrollo, Negocio e Innovación de la Autoridad Portuaria de Barcelona, que cerró el Smart Ports III, agradecieron a los intervinientes su participación, se felicitaron por el éxito de las jornadas y elogiaron el papel de Barcelona por su compromiso y liderazgo en los avances hacia los puertos inteligentes, la economía azul y las mejoras en las cadenas logísticas.

Ambos incluyeron también en sus breves parlamentos la conveniencia, sino la necesidad, de los contactos personales, cara a cara, entre los responsables de los puertos más importantes del mundo para hallar las sinergias que permitan avanzar juntos en la revolución digital del transporte por vía marítima.