Según las explicaciones del titular de la cartera de transporte «con esta nueva estrategia, el estado confirma su ambición de situar a Francia en primera fila del comercio internacional, como puerta de entrada o hub de Europa, y de contribuir al desarrollo industrial y económico del país»
Así, según una nota del ministerio de Transportes galo esta estrategia persigue tres objetivos fundamentales:
- Convertir los puertos en arquitectos de soluciones logísticas marítimas y terrestres concebidas con las partes interesadas. Para ello, Francia se compromete a modernizar las conexiones de los puertos con la red viaria y las vías navegables del país.
- Articular mejor las actividades portuarias e industriales. Se trata de integrar el sistema portuario en los sectores industriales, reducir los plazos en los que se procesan las demandas de implantación, ser capaces de acompañar el desarrollo de actividades industriales en zonas portuarias y analizar la normativa en vigor para aconsejar mejor a las industrias que deseen implantarse en un puerto.
- Reforzar el papel de los puertos como gestores del territorio. Concretamente, se elaborará un plan de habilitación, en cooperación con las administraciones locales. Este nuevo papel otorga igualmente a los puertos la responsabilidad de los espacios industriales y naturales que ocupan. El Estado buscará con ellos los medios para facilitar el desarrollo de proyectos de los que serán responsables.