España considera que se han obviado aspectos tan importantes como el valor económico de las mercancías que transitan por el puerto o el valor estratégico para la región del paso de dichas mercancías con su exclusión de las Redes Transeuropeas de Transporte (RTE-T).
Junto a ello, la ministra ha recordado que Vigo tiene un gran potencial como futura autopista del mar y centro de actividades logísticas relacionadas con los sectores automovilístico y pesquero.
La ministra, por otro lado, también ha sostenido la apuesta -de momento inviable- por la Travesía Central Pirenaica (que otorgaría, como no, más importancia a Madrid de la que realmente tiene en concepto de mercancías en España) o el corredor ferroviario Castejón-Logroño-Miranda de Ebro. Bruselas denegó ambas infraestructuras por ser económicamente poco rentables pese a su enorme costo y apostó por el Corredor Mediterráneo.
Recordar que por los puertos del Mediterráneo pasan cerca del 75% de las importaciones y exportaciones de España, por lo que el Ejecutivo comunitario es consciente de la importancia real de cada corredor, mientras que desde Fomento siempre inciden en lo contrario.