La propuesta Fit for 55 de la UE, que pretende la reducción de los niveles de contaminación por CO2 enviadas a la atmósfera en 2030 en un 55%, comparadas con las de 1990, para alcanzar el nivel de “cero emisiones” en 2050, se refiere a diversos ámbitos de la economía (leer información relacionada).
En lo que compete a la actividad marítima, la norma se plantea adaptar el ETS (Emission Trading System), régimen multilateral de comercio de emisiones aplicado a diversas industrias en la UE, al negocio marítimo. El principio de que “el que contamina, paga” se aplicará a los buques que entren y o salgan de puertos europeos sin distinción de bandera. Todos pagarán. Específicamente los mayores de 5.000 toneladas de registro bruto. El plan es comenzar en 2023 con un 20% de la actividad, para llegar al 100% en 2026.
Y esta norma, que para entrar en vigor necesitará la aprobación de los 27 parlamentos de la UE, no es observada con la misma satisfacción por todos los armadores. En general, la Asociación de Armadores Europeos la contempla con aprobación. No así la International International Chamber of Shipping (ICS) que engloba al 95% de la flota mundial y cuyos asociados de Estados Unidos, China y, sobre todo, Japón, no están nada conformes con estas disposiciones que, afectando a todo tipo de buques (contenedores, tanques, graneleros) y operando la mayoría bajo banderas no comunitarias, y por consiguiente afectos a otras legislaciones y, en todo caso, a las normas de la OMI no tan restrictivas. Opinan que van a dar un poder recaudatorio a la Comisión Europea o a los países miembros, y no está claro el destino de esa recaudación.
Argumento de peso en cuanto a la preocupación que ocasiona esta iniciativa, es que la UE supone solamente el 7,5% de la contaminación mundial que produce el negocio marítimo. Queda así pues un 92,5% sujeto a reglamentación de la OMI o de otro tipo, de aplicación en sus zonas de influencia.
Desde la ICS añaden además su preocupación por saber quién va a pagar estos costes: Who pays for the cost of fuel should be the same person that ultimately pays the cost of carbon (Quien paga el coste del combustible debería ser el mismo que paga en última instancia el coste del carbón).
En consecuencia, aquí surgirá un nuevo punto de vista. Mucho nos tememos que serán finalmente los usuarios finales los que carguen con los costes de la puesta en marcha de la norma. Subirán los combustibles posiblemente y la subida se aplicará automáticamente a los fletes.
Conviene estar atentos.