El proceso de elección del contratista para la construcción y entrega de la planta, llave en mano, se hizo en 2013. El costo total de la obra es de unos 100 millones de euros. La construcción de la terminal se prevé entre 2014 y 2017, para inmediatamente comenzar con los suministros de gas a los clientes, en principio industrias locales de acero y otras.
Conforme al plan, la terminal dispondrá de facilidades de descarga, de almacenaje (con un depósito de 50.000 metros cúbicos) y de vaporización, así como de uno conducto hasta la zona industrial de Röyttä, próxima a la terminal.
“Apreciamos la participación de Wärtsilä por el especial valor añadido que comporta su conocimiento técnico en este campo” manifestó el presidente de Manga LNG, Pekka Erkkilä.
A medio y largo plazo se pretende que la terminal preste servicio al sector de la minería, a otros usuarios del norte de Finlandia y de Suecia y también a buques propulsados a gas natural licuado. Uno de ellos sería un rompehielos, en proyecto, para la zona del Golfo de Botnia. Tan ambicioso proyecto conlleva, en su vertiente logística, la mejora de las redes tanto de ferrocarril como de carretera y la adecuada creación de infraestructura gasera.
Manga LNG contempla la creación de una UTE (unión temporal de empresas) con alguna naviera gasera que, mediante la adquisición de un buque de una capacidad de entre 15.000 y 20.000 metros cúbicos de casco reforzado para la navegación entre hielos, garantice el suministro de gas en toda condición climática.
El estudio de impacto ambiental, de agosto de 2013, no establece observación relevante alguna ni por las autoridades competentes ni por los accionistas.
Por otra parte Wärtsilä cree estar en una posición de liderazgo ante la creciente y fuerte demanda de instalaciones completas de mediana escala, en la medida que el gas natural se va imponiendo como alternativa limpia al uso de combustibles fósiles en la industria, generadores de gases de efecto invernadero.