Más de 100.000 personas disfrutaron durante tres días con la visita gratuita a embarcaciones tradicionales y grandes veleros, además de una programación variada con actividades familiares, demostraciones de oficios y tradiciones marineras, espectáculos, conciertos, exposiciones y un espacio gastronómico.
Entre las embarcaciones que se pudieron visitar destacan algunos de los veleros más emblemáticos de Europa como el polaco DAR MLODZIERY, el portugués SANTA MARÍA MANUELA o el francés LE MARITÉ. La ciudad de Barcelona estuvo representada con el pailebote SANTA EULALIA, la goleta FAR BARCELONA o el queche FARO BARCELONETA. Se contó también con la presencia del queche CIUDAD BADALONA. Otras embarcaciones históricas de mediana y pequeña eslora del litoral catalán también participaron en el festival, como la barca San Ramón o el sardinal SANT PAU.
La FNOB aportó su buque escuela, un Imoca Open60 en el que algunos visitantes pudieron disfrutar de un breve recorrido por el puerto a bordo de un velero de competición que ha ganado la vuelta al mundo en 1991 y en 1997 y ha cruzado siete veces el Atlántico.
El festival Escala en Barcelona cerró el domingo 20 de marzo con la salida de las embarcaciones participantes rumbo a Sète, al festival marítimo Escale à Sète (del 22 al 28 de marzo) que este año celebra su cuarta edición.
Los barcos conmemoran así una ruta histórica existente en el siglo XIX en la que se realizaba el comercio de cítricos entre las costas del levante de la Península Ibérica o las islas Baleares y el Sur de Francia. El izado de velas y la salida de estos grandes veleros se pudo ver desde el litoral barcelonés.