Héctor Calls es el nuevo jefe de sostenibilidad ambiental del Port de Barcelona, un cargo que amplía su responsabilidad ambiental para dar cabida a temas relacionados con la transición energética y poder cumplir con los ambiciosos objetivos de sostenibilidad marcados por el propio Port y por Europa. Héctor Calls acumula más de 20 años de experiencia en consultoría y prospección ambiental en los sectores marítimo y portuario, además de en prospección hidrográfica, geofísica, oceanografía e ingeniería marítima y conocimientos en el uso de tecnologías punteras en proyectos nacionales e internacionales.
Licenciado en Ciencias del Mar, cuenta con un máster en Ingeniería y Gestión Portuaria con una especialidad en Dragado Portuario. En una conversación con PierNext, que recogemos en NAUCHERglobal, el nuevo Jefe de Sostenibilidad Ambiental del Port de Barcelona repasa los retos, responsabilidades y los temas de actualidad ambiental y energética con el positivismo necesario para implantar unas medidas cuya repercusión se extiende mucho más allá de las instalaciones portuarias.
Estrena un cargo que también es nuevo para el Port de Barcelona. ¿Demuestra esto que la descarbonización tiene que ser una prioridad para los puertos?
Efectivamente. Se trata de reforzar el departamento de medio ambiente para incluir estas nuevas necesidades y responsabilidades. El Port de Barcelona, y el sector portuario y marítimo en su conjunto, tiene que tender hacia la descarbonización. Para lograr este gran objetivo, se necesitan unas nuevas líneas de actuación que incluyen, por ejemplo, la electrificación de los muelles, la implantación de energías renovables, así como el fomento de los combustibles alternativos. El objetivo es reforzar la sostenibilidad de forma más transversal en todos los departamentos del Port de Barcelona.
¿Qué prioridades ambientales y energéticas tiene a corto plazo?
Desde la vertiente ambiental, el departamento se ocupa de todo el tema de calidad atmosférica, calidad de las aguas, biodiversidad asociada al Port, residuos y energía, además de temas de seguridad y operativa que puedan afectar el medio ambiente. Por otro lado, existe todo el tema de la implantación de las renovables, de buscar vías alternativas hacia la descarbonización y la reducción de gases de emisiones contaminantes. Actualmente, el Port de Barcelona tiene 23 proyectos ambientales en marcha dentro de sus propias instalaciones, que van desde la implantación de una red eléctrica inteligente hasta la apuesta por el ferrocarril como medio de transporte.
¿Qué proyectos destacaría como prioritarios para conseguir acercarse al objetivo de ser un puerto libre de emisiones?
Todos los vectores son importantes. Quizás hay algunos que son recurrentes y que, a pesar de no ser tan visibles, hace tiempo que funcionan y funcionan bien, como pueden ser temas de la calidad del aire o de las aguas. Desde mi punto de vista, los más prioritarios son los relacionados con la implantación de renovables. El tema de la electrificación ya tiene un recorrido y la segunda parte de este plan de transición energética es su implantación.
Para cumplir con los objetivos fijados por la Unión Europea para 2030, que es la reducción del 50% de emisiones de gases de efecto invernadero, tenemos que priorizar estos grandes proyectos. Y esto significa una implicación global del Port y un cambio de modelo, ya que no solo se trata de ejecutar pequeñas actuaciones.
Esto que comenta se refleja, precisamente, en el IV Plan Estratégico del Port de Barcelona 2021-2025
Así es. El Plan Estratégico se basa en tres ejes fundamentales: la sostenibilidad social, la sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad económica. Si nos enfocamos en la ambiental, a pesar de no estar desligada de las otras dos, se trata de proyectos que nos permitirán ser un puerto ambientalmente más sostenible. Si desde el Port y otras instituciones que lideran el país no conseguimos alcanzar estos objetivos, no seremos capaces de lograrlo como conjunto.
¿Cree que es factible alcanzar estos objetivos para 2030?
Sí. Hace poco, el presidente Damià Calvet y Ana Arévalo, nuestra responsable de transición energética, presentaron el proyecto de electrificación de los muelles que tiene diferentes hitos. Uno muy claro es el de 2030, que es para cuando se ha fijado la fecha para ejecutar esta reducción de emisiones. También existe la directiva europea que pide a los puertos que tengamos las infraestructuras preparadas para ese año.
La electrificación producirá una reducción global de las emisiones del Port de entre un 20 y 25%, al permitir que los barcos se conecten cuando estén atracados en el puerto. ¿Cómo conseguiremos reducir el siguiente 20-25% hasta 2030? Implantando energías renovables, sea fotovoltaica, planta de hidrógeno, biocombustibles o con una central de biogás aprovechando los residuos
Una energía renovable que no ha mencionado es la eólica. ¿No contempla su implementación?
No es una energía que descartemos pero en todo caso se trataría de instalaciones a pequeña escala y en determinados puntos de nuestras instalaciones. Tampoco debemos olvidar que la situación del Port, próximo al aeropuerto y las zonas protegidas del Delta del Llobregat, nos limita en este sentido.
La ciudad y el Port de Barcelona están haciendo una apuesta clara por la economía azul. ¿Cómo se implementará dentro del ámbito portuario?
La economía azul hace referencia al uso sostenible de los recursos marinos. Incluye sectores muy diferentes cuyas necesidades son diversas y, evidentemente, existe una gran relación con la sostenibilidad ambiental del puerto. El Port puede actuar de eje vertebrador entre todos estos sectores. Desde el departamento de innovación y estrategia de negocio se está trabajando en ello. Hace unos meses se firmó un acuerdo entre el Port de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona precisamente para potenciar el desarrollo de la economía azul a lo largo de todo el litoral barcelonés.
El Port de Barcelona está presente en redes y asociaciones que apuestan por tecnologías ‘smart’ como medio para lograr sus objetivos ambientales. ¿Es la innovación un aliado indispensable de la sostenibilidad?
El Port forma parte de la ESPO, de la IAPH y de grupos de trabajo donde tratamos de establecer políticas comunes, estrategias, casos de éxito y proyectos comunes e intentamos transferir estos conocimientos y herramientas tecnológicas. Esto funciona muy bien porque si trabajas solo, al final únicamente llegas a alcanzar objetivos menores. Este es el espíritu que nos mueve a la hora de trabajar con otros puertos.
La tecnología se ha convertido en una gran herramienta de gestión, planificación y diseño. Bien explotados, los datos que disponemos sobre la operativa, transporte, navegación o calidad ambiental nos permitirán extraer un análisis más profundo para conseguir nuestros objetivos.
¿Qué papel deben jugar los puertos para promover prácticas más sostenibles entre socios, proveedores y colaboradores?
Todo nuestro ecosistema procura tener los mismos estándares de calidad y de gestión ambiental. Hoy en día nadie se plantea trabajar sin las certificaciones ISO que garantizan la sostenibilidad, calidad, seguridad y salud según los estándares internacionales.
¿Son dos meses suficientes para hacer un balance de su experiencia hasta la fecha?
Estoy muy contento de estar aquí. Me he encontrado con un equipo genial y he retomado el contacto con departamentos como los de infraestructuras, explotación y planificación que conocía ‘desde el otro lado’, cuando les daba servicio. A modo de resumen, decir que estamos impulsando muchas cosas. Existen proyectos que ya están encarrilados y una de mis tareas será ayudar a empujar para acabar de impulsarlos.
