A bordo del remolcador están enrolados cinco tripulantes de nacionalidad turca que relevaron en Vigo a la tripulación inglesa que venía a bordo del remolcador.
El pasado viernes la tripulación del buque se puso en contacto con la Federacion Internacional de Sindicatos del Trasnporte (International Transport Workers Federation, ITF) para solicitar una visita a bordo del buque. Durante la visita, los tripulantes manifestaron su voluntad de ser repatriados previo pago por parte de la compañía de los días que han permanecido a bordo. El motivo principal de la solicitud es el incumplimiento de lo acordado en el contrato así como la deficiente seguridad y estado general del buque.
Como es habitual, desde la ITF se puso en conocimiento de la Capitanía Marítima la situación, se solicitó una nueva inspección y se informó de la declaración de huelga por parte de los tripulantes que se negaban a salir de Vigo rumbo a Camerún.
El pasado lunes, el buque fue inspeccionado por un inspector MoU en presencia de la inspectora de la ITF y la tripulación, resultando detenido de nuevo por varias deficiencias técnicas. Se trata de un remolcador de 50 años, con equipos de navegación obsoletos (dos VHF, un radar, sin piloto automático…), de seguridad (el bote de rescate –zodiac- está pinchado y rajado el plan, baterías caducadas del EPIRB…), y habilitación totalmente deficiente, que tiene previsto en diciembre un viaje internacional Vigo-Camerún remolcando una gabarra con cinco tripulantes a bordo que no hablan inglés.
Las prerrogativas esenciales del Convenio sobre el Trabajo Marítimo que entró en vigor en agosto de 2013 no se cumplen tampoco a bordo de este buque.
Pese a lo anterior, el buque dispone de varios certificados emitidos por el Estado de Bandera (recordemos; Gran Bretaña). Desde la ITF se quiere resaltar que este caso demuestra la falta de efectividad en el control y el riesgo de que la promulgación de normas y enmiendas se quede en un mero control documental por parte de algunas banderas sin un efectivo control global de la seguridad de la navegación y los riesgos reales que ésta pueda entrañar.
La ITF ha establecido contacto, y está a la espera de noticias por parte de la empresa que figura en los contratos, una empresa que nada tiene que ver con la que figura en otros documentos del buque ni con quien contrató a la tripulación, ya que algunos aseguran, incluso, haber sido contratados a través de facebook.