Maersk confía que esta serie de super portacontenedores cambiará la situación del mercado y las exigencias medioambientales que se aplican a los buques. Los críticos a esta serie masiva de construcciones ponen, sin embargo, de relieve el daño que los nuevos buques harán a un mercado ya sobrado de oferta de tonelaje, sobre todo en la línea Asia-Europa.
El tamaño de los buques (196000 toneladas de peso muerto, GT 174500), constituye el crucial factor de las nuevas construcciones. El buque en construcción, según fuentes del sector, llevará el nombre MAERSK MC-KINLEY MOLLER, en homenaje al último presidente de la compañía naviera, aunque este extremo no ha sido confirmado por Maersk.