Botado en Holanda en octubre de este 2012, Jobs no llegó pues a ver su buque finalizado, ya que falleció en octubre del año anterior. Con 80 metros de eslora y un coste total de entre 100 y 150 millones de euros (según diversas fuentes), el yate es un claro ejemplo del minimalismo que caracteriza a la firma de la manzana y está realizado, en buena parte, en aluminio.
«El proyecto estaba en marcha desde 2007 y hubo muchas conversaciones detalladas entre Jobs y Starck», según señaló Roelant Klaassen, abogado que representa al diseñador galo. «Ellos confiaban el uno en el otro, así que no hubo un contrato muy detallado».