El remolcador contratado tuvo un problema con el tren de remolque y de ahí la arribada. Cuatro tripulantes desembarcaron, dejando a bordo sólo dos, un matrimonio filipino que cuida el buque.
El remolcador que le había arrastrado desde Túnez pidió dedicarse a otro remolque y en esas está.
No se sabe cuando saldrá de Mahon y si seguirá con destino a Barcelona. Al parecer, su nuevo propietario pretende dejarlo en condiciones para dedicarlo al chárter. Por ahora sigue en Mahon, cerrado y con la escala recogida.