El accidente, en el que resultó herido un tripulante del yate, no hubiera pasado de un percance sin mayor trascendencia, de no ser por dos elementos que han convertido en incidente en noticia de amplia circulación. Primero: la tripulación del yate estaba compuesta por siete ex oficiales náuticos de la Royal Navy, la conocida Armada británica, al mando de los cuales se encontraba Roland Wilson, de 31 años, ex teniente de navío. Segundo: en el proceso jurisdiccional abierto para decidir quién paga los daños causados, el patrón del yate, ha declarado que él y la tripulación estaban perfectamente conscientes, que vieron al petrolero pintado de rojo, y que en ningún caso invadieron el canal por el que el HANNE KNUTSEN había forzosamente de pasar debido a su calado.
Una declaración que causa risa y bochorno viendo el video grabado del accidente –que reproducimos también en NAUCHERglobal-, donde se aprecia perfectamente la ebria trayectoria del yate, cómo invade el canal por que el que navegaba el HANNE KNUTSEN, hasta enganchar el palo con el ancla de babor del petrolero.