Según la unión sindical europea (integrada en ITF) «ha sido una ocasión perdida para el transporte marítimo europeo y para garantizar un aumento de puestos de trabajo para los europeos».
ETF ha acusado a la Comisión Europea de que hayan tomado la decisión de dejar sin cambios las directrices sobre ayudas de Estado al sector marítimo. Según el sindicato, la primera intención de estas directrices pasaba por animar los armadores a abanderar nuevamente sus buques en Estados miembros de la UE con la finalidad de preservar el know how de la industria marítima europea.
Para el sindicato la propia Comisión había reconocido la necesidad de mejorar de nuevo las directrices para examinar «la posibilidad de fortalecer el vínculo entre el empleo marítimo y las ayudas europeas». No obstante, a pesar de estas garantías «es desconcertante ver que la Comisión haya optado por la opción de no hacer nada, dejando sin cambios las citadas directrices». Según Philippe Alfonso, secretario para el transporte marítimo de ETF «se trata de un duro golpe para la industria que permitirá que las compañías navieras se beneficien de la nueva tributación sobre el tonelaje, sin ofrecer nada a cambio».
Con datos de la propia ETF existen pruebas de que el actual sistema de ayudas estatales al sector marítimo en forma de incentivos fiscales -como, por ejemplo, el impuesto sobre el tonelaje, las subvenciones sobre los costes laborales o la reducción de impuestos sobre el trabajo- ha tenido un impacto mínimo en la formación y el empleo de los ciudadanos europeos.