El Senado de los Estados Unidos ha votado abrumadoramente a favor de la Ocean Shipping Reform Act de 2022, impulsada por varios congresistas y apoyada posteriormente en el Senado, y que supone apoderar en mayor grado a la FMC para controlar las prácticas de los grandes armadores de contenedores.
En palabras del presidente Joe Biden y de algunos senadores que han calificado de outrageous (indignante) el comportamiento de las navieras de contenedores, los días de la prepotencia han terminado, afirman. Y en una traducción más o menos libre: “ha llegado el momento de terminar con las especulación de los cárteles navieros”.
Actitud ésta que cuenta con el plácet de los consorcios de embarcadores, representantes de la carga y el disgusto del World Shipping Council en el que “se camuflan” las grandes navieras de contenedores. Nos parece que, a partir de aquí, algún cambio de cierta entidad deberá de aparecer en el comportamiento de los “másters del universo” en el tráfico para Estados Unidos y en el de exportación desde este país.
De rebote, la Comisión Europea, debería tomar nota definitivamente y dejar de dar cobertura a una gestión oligopolista del tráfico de contenedores desde y hacia la UE por parte de los “diez grandes” y, en consecuencia, alguna mejora en la gestión, servicios, transparencia y fletes se debería ver en el tráfico en los puertos europeos de contenedores.
Libertad de mercado significa que todos deben de cumplir con las reglas de la libre competencia y la CBER (Consortia Block Exemption Regulation) es una “patente de corso” que la Comisión Europea ha dado durante años a los armadores: el instrumento necesario para hacerse con el control del tráfico marítimo de contenedores en la UE; pero como dicen los representantes legales en Estados Unidos: Outrageous box lines must to be aware their day is coming
A ver si es verdad.