De la operación de salvamento se encargó la Autoridad de salvamento marítimo de Cairns movilizando al remolcador PACIFIC RESPONDER, un avión de reconocimiento y un helicóptero, al tiempo que conjuntamente con Seguridad Marítima Queensland y la Agencia del parque marino de la Gran Barrera, evaluar la emergencia y dar pronta respuesta a toda potencial contaminación marina.
El yate, un catamarán de 41 metros de eslora, de aluminio, construido en el astillero australiano, Forgacs, bajo la dirección de Incat Crowther, en 2006, era propiedad de la promotora McCloy Group. Su presidente, Lord Mayor Jeff McCloy, que se trasladó a Cairns para tratar de saber la causa del incendio, manifestó encontrarse consternado por la pérdida del barco de costo multimillonario, atracción de visitantes llegados de alrededor del mundo, dedicado a viajes chárter por las paradisiacas Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Coral, pero agradecido por encontrarse a salvo los que iban a bordo. “Una cosa maravillosa para Australia, que estaba prestando un gran servicio”, dijo. El SEAFARIS se encontraba a la venta por 12,5 millones de dólares australianos (8,7 millones de euros).