Declaró que sus prioridades serán disminuir el insoportable endeudamiento que arrastra el puerto, más de 600 millones; revisar a la baja el plan estratégico aprobado por su antecesor, que no pudo prever la actual situación de disminución del comercio Este-Oeste debido a la contracción de la economía del gigante chino; y reducir en la medida de lo posible las tarifas y coste de los servicios portuarios a fin de captar nuevos tráficos.
De momento, Aurelio Martínez no tiene el propósito de remover el equipo directivo del puerto, “hasta ver cómo trabajan”, afirmó. A pesar de su precario estado físico, convaleciente aún de un accidente en los Alpes, Aurelio Martínez dio la impresión de haber examinado a fondo las cuentas y la situación del puerto de Valencia, necesitado en su opinión de un baño de realidad.