Las obras de reparación del espigón del Racó se han acabado en casi la mitad de tiempo del que estaban previstas. Las tareas se habían planificado con una duración de dos meses desde su inicio, el que colocaban la fecha prevista de finalización a finales de junio, y desde la semana pasada ya se pueden dar por finalizadas.
Una vez acabados los trabajos de aportación de rompeolas de entre 4 a 6 toneladas de peso por cada pieza, el espigón del Racó ya vuelve a tener su aspecto original de antes de las afectaciones del temporal Glòria del mes de enero.
El temporal se llevó los últimos 60 metros de espigón, dejando el resto en muy mal estado. Las tareas de reparación han consistido a realizar una aportación de 11.000 toneladas de rompeolas para reconstruir los últimos 60 metros del espigón, que casi habían desaparecido. La sección donde se ha estado trabajando hace unos 12 metros de ancho y se ha reconstruido desde la cota -2 metros bajo el nivel del mar hasta la cota +2 metros.
También se ha aprovechado la aportación de rompeolas para reforzar algunos puntos del talud del espigón que también habían sido perjudicados por la acción del temporal. En total la longitud del espigón es de unos 220 metros de longitud.
En estos momentos, una vez finalizada la obra, se está reconstruyendo el muro mixto de hormigón y metálico que delimita el espacio de la cantera con la playa, que se demolió para poder acceder al espigón con la maquinaria y los materiales necesarios para su reparación.
El espigón del Racó, un elemento clave por la playa de La Pineda
La importancia del espigón radica en su tarea de contención de las arenas de la misma playa, su reparación es un elemento clave para mantener la aportación del 100.000 m³ de arena que el puerto ha hecho en la propia playa.
La protección que hace el espigón de la misma playa de La Pineda, evitando que la arena desaparezca en un momento muy importante por la temporada de verano que está a punto de empezar.
Para poder realizar la obra en las condiciones óptimas para el medio ambiente, el Puerto de Tarragona se ha asegurado que se sigan una serie de cláusulas medioambientales y de eficiencia durante la ejecución de la obra.