La inversión prevista del puerto de Gijón en actuaciones medioambientales para el periodo 2021-2023 asciende a 12,8 millones de euros, que supone una media de más de cuatro millones de euros en cada uno de los próximos tres años. Durante los últimos seis, el puerto ha tenido como objetivo, en esta área, la mejora de la calidad del aire en su entorno, para lo que se han aplicado numerosas medidas encaminadas a reducir las emisiones de partículas a la atmósfera que han supuesto inversiones superiores a 10,5 millones de euros.
Ahora, y con base en las medidas recogidas en el plan del aire de Gijón Oeste, se prevé la implantación de medidas adicionales para mantener y mejorar los avances ya conseguidos.
Las más significativas, además de las derivadas de una mayor eficiencia energética, son las siguientes:
– Barreras corta vientos y nebulizadores para evitar las emisiones de partículas
Instalación de una barrera vegetal en el muelle Norte de 160 metros de longitud
Construcción de una barrera de 500 metros separando la explanada de EBHISA de la parcela denominada P4
– Sistemas de riego automático en viales para minimizar las emisiones asociadas al tráfico de vehículos pesados.
– Acondicionamiento del muelle norte acorde con las diferentes ocupaciones de clientes que se vayan produciendo.
– Completar las pavimentaciones de superficies que eviten la resuspensión y el arrastre de partículas por el viento.
Las pavimentaciones de las parcelas implican, por un lado, su consolidación, impidiendo la suspensión de polvo generada por el viento en la zona, y por otro, su impermeabilización, lo que evitará la contaminación del suelo por incidencias o accidentes de las actividades que se desarrollen en las mismas, facilitando además su correcta limpieza y mantenimiento.
– Cierre perimetral hacia la calle Eduardo Castro, para reducir el impacto de la actividad portuaria y minimizar la emisión de polvo y el ruido ambiental.
Nuevo edificio para el control fronterizo de mercancías en Gijón
Por otro lado, la autoridad portuaria realizará una inversión que superará los 3,5 millones de euros y cuya finalidad será aglutinar en un solo espacio las diversas instalaciones del PIF que, hasta la fecha, se encontraban desperdigadas por el recinto portuario y tienen entre sus cometidos el control fronterizo de mercancías con servicios como sanidad exterior, vegetal y animal, el de aduanas, farmacia, así como a la Guardia Civil.
La nueva instalación dispondrá de tres franjas a distinta altura, con muelles de carga, cámaras, salas de inspección, vestuarios y oficinas y estará ubicada en el muelle de la Osa, detrás de la terminal de contenedores, donde ocupará 13.200 m2 de superficie. El importe de la licitación ahora aprobada asciende a 3.533.861 euros.