Del total de ingresos de la autoridad portuaria, cerca del 7% desaparecen yendo a parar a las arcas del Estado. De este porcentaje, el 4% de los ingresos están destinados al mantenimiento del organismo público de puertos y, por consiguiente, del ministerio de Fomento; mientras el 3% restante es para el fondo de compensación interportuario. Es decir, para financiar aquellos puertos españoles que no dan más de sí.
El pasado año esta cifra ascendió a más de 11 millones de euros, del total de 160 millones que ingresó la autoridad portuaria, según los datos que ofreció Cambra. Estos ingresos son similares a los logrados en el ejercicio 2011. Sin embargo, Cambra también explicó que la política de bonificaciones a las tasas por actividad (puesta en marcha a mediados de 2010) ha hecho que el puerto deje de ingresar unos 20 millones de euros (por 15 millones en 2011). Asimismo, la autoridad portuaria cerrará 2012 con un cash flow de 80 millones de euros, mientras que el Ebitda sumará 90 millones de euros más.
Por su parte, el endeudamiento del puerto es actualmente de 460 millones de euros a largo plazo (comprometidos con el Banco Europeo de Inversiones). Según su presidente, «estamos en un ratio financiero muy aceptable, que nos da la tranquilidad de poder ejecutar nuestros planes de inversión”. Actualmente, añadió, “tenemos proyectos e inversiones en curso, todas ellas privadas, en todas las áreas de actividad del puerto”. Así, a nivel macroeconómico, se prevé que, desde ahora y hasta 2014, las inversiones puedan llegar a ser cercanas a los 1.000 millones de euros, dentro del plan 2000-2014.
Barcelona supone el 17% de los ingresos del sistema estatal
La importancia, a nivel económico, del puerto de Barcelona es tal, que supone entre el 16% y el 17% de los ingresos globales del sistema portuario estatal. De hecho, pese a mover menos mercancías, supera en ingresos al puerto de Valencia entre un 35% y un 40% y prácticamente dobla en este apartado al puerto de Algeciras.
Pese a la continua rumorología existente con que, en los últimos años, se hayan otorgado mayores facilidades y ventajas competitivas -al tiempo que políticas- al puerto de Valencia respecto al de Barcelona, Cambra afirmó que «no tengo constancia de este hecho. Nosotros hacemos nuestro trabajo y tenemos la confianza en la mejora de nuestra cuota en el conjunto del Mediterráneo».
Pese a esta negativa, lo cierto es que muchos armadores continúan viendo a Barcelona como un puerto caro y, cabe recordar, las tasas por actividad son reguladas por el Estado y, en Valencia son curiosamente más bajas. En cualquier caso, «la autonomía que tenemos hace que la política no tenga porqué influir», sentenció un presidente políticamente correcto. Aún así, Cambra anunció que se está realizando una revaloración de los terrenos para modificar, a corto plazo, la tasa que los grava.
Además, es destacable que la actividad que genera el enclave barcelonés supone, el 7% del valor añadido bruto de Catalunya. Por el puerto se vehicula también el 76% del comercio exterior de la propia Comunidad Autónoma y el 26% de las importaciones y exportaciones del conjunto de España. Para ello, la infraestructura portuaria cuenta con cerca de 600 empresas que dan trabajo directo a más de 32.000 personas.
Descenso de tráficos de poco valor añadido
Con todo, pese a que las cifras económicas son positivas (aunque susceptibles de mejora si se consiguiera una mayor autonomía), el movimiento de mercancías no ha acompañado en el año 2012. Sixte Cambra avanzó que este apartado disminuirá cuando se cierre el ejercicio, del orden del 3,6%. Este descenso se debe al mal comportamiento de los tráficos en tránsito (de menor valor añadido). Se debe destacar el crecimiento de importaciones y exportaciones el 1,8%, un 8,7% de incremento en el número de TEUs, o un 9,8% en los vehículos nuevos. Sí que se ha visto reducido el número de cruceristas. Con todo, en este apartado 2012 fue el segundo mejor año histórico, tras un 2011 que fue extraordinario.
El objetivo a corto plazo, y con las inversiones que se han llevado a cabo, es lograr alcanzar los 5 millones de TEUs y los 80 millones de toneladas. En este momento Barcelona es el único puerto del Estado conectado ferroviariamente a través de ancho internacional y la cuota de uso del tren llegó en 2012 al 12%. El objetivo es alcanzar entre el 20% y el 25% de cuota para equipararse con el norte de Europa a través de la mejora de la competitividad y el reforzamiento del hinterland.
De no ser por los continuos incumplimientos del ministerio de Fomento en cuanto a inversiones se refiere (prefieren invertir en Valencia, por ejemplo) Barcelona contaría actualmente con unos accesos terrestres de primer nivel mundial. Los que hay ahora, que han supuesto un desembolso de 40 millones de euros pagados por la autoridad portuaria, son provisionales y, a corto plazo se pueden ver desbordados.
La nueva idea de Fomento para no pagar lo que debe y que, de no mediar milagro, se materializará documentalmente este mismo año, es cofinanciar al 50% los accesos ferroviarios al enclave de la capital catalana. Actualmente se está articulando jurídicamente para apremiar la construcción de unos accesos definitivos que pagarían entre la autoridad portuaria y el ministerio a partes iguales. No obstante ya llegan con varios años de retraso.
Respecto a los accesos viarios el ministerio ni sabe ni contesta. Los miles de camiones que cada día van y vienen a las instalaciones portuarias (incluyendo ZAL y Zona Franca) seguirán provocando caravanas en días laborables. Los criterios electoralistas en lugar de económicos hace que la autovía de acceso prevista (10 kilómetros entre el nudo del Llobregat y el puerto) ni se haya construido ni, lo que es peor, haya una previsión real de que se realice.
A todo esto, Sixte Cambra sí mostró su satisfacción por la inclusión de las propuestas del puerto, y que hacen referencia a la continuidad del Eje Mediterráneo en el debate del pleno del Parlamento Europeo, y a petición del diputado Ramon Tremosa (pese a las presiones del Gobierno Rajoy para acometer un Eje Central que pase por Madrid y atraviese los Pirineos por Huesca).