El ejercicio, que tuvo un enfoque operativo y formativo, movilizó los recursos marítimos, terrestres y aéreos con que cuenta el Plan de Autoprotección (PAU) del puerto y permitió comprobar la coordinación de los diferentes grupos de actuación implicados en la operativo.
El simulacro planteaba un incendio en la sala de máquinas del buque, un car-carrier de 149 metros de eslora, que se dirigía al puerto de Barcelona, y había quedado fondeado frente a la escollera del puerto. El barco activó su plan de emergencia con la intervención de la tripulación del barco y los sistemas de extinción automática. Las medidas adoptadas fueron insuficientes para sofocar el incendio -que dejó inutilizados los motores principal y auxiliares-, por lo que el capitán solicitó ayuda al puerto a través de Salvamento Marítimo de Barcelona.
Una vez recibido el aviso el puerto activó su PAU en la fase 2 de emergencia, movilizando los grupos de actuación marítima, terrestre y aérea, y coordinó la actuación con remolcadores del puerto, Bomberos de Barcelona y Salvamento Marítimo para asistir en las tareas de intervención. Durante las tareas de extinción dos tripulantes sufrieron quemaduras. Los dos heridos fueron trasladados a tierra donde el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) los transportó hasta un centro hospitalario.
El operativo que ha desplegado el PAU en este simulacro es especialmente complejo dado que el barco se encontraba fuera del puerto. La intervención de la emergencia a bordo fue dirigida por el mando de los Bomberos situado en el mismo buque, coordinadamente con el Centro de Mando Avanzado, que coordinó el conjunto de la intervención.
En el ejercicio participaron, entre otras empresas y servicios que operan en el puerto, los Bomberos de Barcelona, Policía Portuaria, Guardia Civil, Mossos, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Urbana, SAR Remolcadores, Remolcadores de Barcelona, la Corporación de Prácticos y Cruz Roja del Mar.
Los diferentes simulacros que se organizan de manera regular en el puerto de Barcelona permiten comprobar los sistemas y procedimientos de comunicación en situaciones de crisis, así como el tiempo de respuesta y la capacidad de coordinación de todos los medios implicados. Estos simulacros se realizan de acuerdo con la normativa portuaria, que establece la obligatoriedad periódica de realizar este tipo de ejercicios.
El simulacro realizado dio respuesta a varios objetivos operativos y formativos, ya que permitía poner en funcionamiento y comprobar la eficacia de la operativa del PAU del puerto de Barcelona, comprobando el funcionamiento del plan de avisos a los diferentes implicados, la coordinación entre los diferentes centros de mando -centro de control del puerto, torre de control portuaria y centro regional de coordinación y salvamento marítimo-, comprobar los protocolos de avisos y comunicación entre los grupos operativos, comprobar el funcionamiento de la red de rescate en el ámbito portuario, y evaluar el tiempo de respuesta de los diferentes equipos.