El puerto de Barcelona parece ir descubriendo, poco a poco, que el impacto del denominado puerto ciudadano, aún sin ser tan relevante como el que genera el puerto industrial o el logístico a nivel mercantil, tiene una gran importancia para la sociedad y la economía. Este mediodía, la patronal catalana Foment del Treball Nacional ha acogido una sesión online bajo el título “Barcelona, hub marítimo y náutico del Mediterráneo. Oportunidad para la recuperación económica de la ciudad y su entorno”, que da muestra de este creciente –aunque tardío- interés por el sector náutico-pesquero, la denominada “economía azul” y que ha sido coorganizado por autoridad portuaria, Barcelona Clúster Nàutic y las empresas Marina Port Vell y MB92.

Tras la inauguración por parte del presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, en la introducción de los invitados, el vicepresidente de la patronal, Joaquim Llansó ha aportado unos datos de interés a nivel económico: el valor añadido bruto (VAB) de la náutica en Europa es de 218.000 millones de euros, de los que 26.000 millones corresponden a España y 7.300 millones a Catalunya. Además, la náutica emplea directamente a más de 214.000 personas, cifras para valorar la importancia de un sector que, en el caso de Barcelona, no parecen haber sido suficientemente valoradas en los últimos años.

Mercè Conesa, presidenta del recinto portuario, ha señalado en su intervención que “la náutica representa una oportunidad para el puerto, y sus empresas son las que aportan el valor añadido a la economía azul”. Se trata de un sector que contribuye “al mayor conocimiento, más puestos de trabajo y más y mejores bienes de consumo respetuosos y con respeto y protección hacia el ecosistema”, marino en este caso.
Para Conesa “el puerto debe regenerar –de acuerdo con el ayuntamiento- el espacio Puerto-Ciudad, ponerlo en valor y potenciar las actividades que ya existen al tiempo de desarrollar la innovación”, como una forma de ampliar, al mismo tiempo, el proceso de diversificación de la dársena de la capital catalana.

Según el director general del Barcelona Clúster Nàutic, Andor Serra, «Barcelona es un referente internacional en cuanto a la industria náutica y, el reciente acuerdo entre puerto y ayuntamiento en el marco del Barcelona ReAct (leer información relacionada) significa un paso hacia adelante». Como entidad que agrupa a más de 70 empresas de este sector, Serra opina que “debemos crecer en nuestra oferta, pero también en el desarrollo de las ‘cero emisiones’. Tenemos la oportunidad y la obligación de llegar a ello”.
La visión de las empresas
Ignacio Erroz, máximo responsable de Marina Port Vell ha señalado, en su intervención inicial, que “la recuperación económica debe ser una prioridad para las empresas, pero también para la Administración”. Según Erroz, la industria náutica aporta hasta 5 millones de empleos entre directos, indirectos e inducidos en Europa y, “Barcelona en el esquema de la economía azul juega un papel muy relevante”. Según el director de la marina el puerto de Barcelona genera oportunidades en cuanto a hub marítimo, pero en lo que se refiere a la industria náutica está claramente vinculada al turismo”, por lo que queda trabajo por hacer, sobre todo a la hora de educar a los conciudadanos.
En este punto también se ha cuestionado sobre el modelo de turismo que busca la ciudad, que debe ser más sostenible y de mayor calidad: “quizá es mejor atraer a un 20% menos de turistas, pero que estos porten un 20% más a la economía de la ciudad, ha indicado”. En cualquier caso, aprovechando el acto el responsable de la marina ha reivindicado que “necesitamos del apoyo de las Administraciones, sobre todo del ayuntamiento, para generar más capacitación y, por lo tanto, mayor crecimiento”.

Por su parte, el director financiero de MB92, Antonio Cirera ha hablado de la capacidad de innovación y capacitación de la industria náutica catalana en el subsector del repair&refit, donde MB92 es líder mundial. Ha señalado, en este sentido que “nuestros clientes no son turistas sino, en muchos casos, residentes temporales en Barcelona, con una media de tres meses de estancia y un poder adquisitivo medio-alto”. Además, ha explicado que “cada año hay entre un 30% y un 32% de empresas nuevas que demandan los servicios de MB92” y, en parte, es gracias al nombre y la capacidad de la ciudad. No obstante, “es prioritario realizar más tarea de formación y especializaciones y, además, fomentar ambas con lo que en un futuro poder acoger más y mejores puestos de trabajo y mejores condiciones para la empresas, el puerto y la propia ciudad”.
Mercè Conesa ha retomada su discurso poniendo en valor el plan estratégico del puerto de Barcelona, aprobado este mismo año y, entre otros –pese a que no era el mejor foro- ha destacada la intermodalidad, la logística, el ferrocarril o los contenedores. Además, ha resuelto que “el puerto debe tener preparada su infraestructura para dar servicio a una tipología de clientes muy concretos”, como son los del sector náutico. “Debemos poner en valor nuestros servicios a la náutica, únicos en el Mediterráneo occidental”, ha dicho, siempre teniendo en cuenta alguna de las bases del citado plan estratégico: infraestructuras, estar inmersos en un proceso de transición ecológica, la tecnificación y la digitalización como elementos clave, o la resiliencia en la diversificación”. El resumen es que “debemos dar confianza a las empresas para que inviertan en el puerto”.
Respecto a la actual crisis provocada por el Covid-19, Andor Serra ha especificado que “la situación ha sido más delicada en aquellas empresas dedicadas a la actividad turística pero, en cambio, mucho menos en las que realizan actividad de servicios relacionados con la náutica” y, como ejemplo ha puesto a MB92. Así, de entre las 70 empresas que forman parte del clúster ha habido un 10% de ERTEs. Sin embargo, un 20% de estas ya han recuperado a su personal al 100%, el 25% lo harán a lo largo de este mismo año y, el resto, de cara a 2022. “El sector náutico ve el futuro con optimismo –ha señalado- y se ve en que, según las cifras que manejamos el 75% de nuestros asociados optan por reinvertir en sus propias empresas”.

En una nueva intervención, Ignacio Erroz ha señalado también la importancia de los eventos internacionales que se celebran en Barcelona y su entorno portuario en relación a la náutica, y ha recordado que al Salón Náutico de Barcelona, el principal de este segmento en España y el segundo del Mediterráneo; se le unen acontecimientos como la principal feria de chárter náutico del mundo, que organiza MYBA, o el SuperYach Show, ambos en el recinto de Marina Port Vell.
También en el aspecto económico, Antonio Cirera ha explicado que MB92 genera un valor inducido a la ciudad de entre 8 y 9 millones de euros cada año. Sin embargo ha reivindicado que “necesitamos más profesionales formados y mayor espacio –que existe ya y está fuera de uso- para que se establezcan mas empresas en el entorno de MB92 con la finalidad de que el trabajo se quede en Barcelona y o tener que subcontratar a personal o empresas de fuera”. En la actualidad MB92 cuenta con 40 empresas instaladas en la Barceloneta, sin embargo cuenta con dos centenares de empresas colaboradoras y, muchas de ellas, interesadas en ubicarse en Barcelona. Mercè Conesa ha recogido el guante y ha explicado que el puerto prevé (sin entrar en fechas concretas) dedicar los antiguos tinglados del muelle de Catalunya y la nueva bocana para la ubicación y reubicación de empresas de la industria náutica y de la economía azul.

Ha cerrado, finalmente, el acto el teniente de alcalde del ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, que ha puesto de manifiesto la importancia que da el consistorio a la regeneración de la economía mediante la sostenibilidad, y donde el sector náutico juega un papel fundamental en tanto a su capacidad de innovación, adaptación y especialización atendiendo siempre a criterios basados en la economía azul. “el ecosistema de la economía azul tienen un gran potencial en Barcelona y tenemos todos los atributos para triunfar, también gracias a la tecnología y al talento”. Para Collboni “el mar es un factor de competitividad que debemos saber aprovechar con el desarrollo de más espacios que hagan más atractivas las inversiones”, ha culminado.