El consejo de administración del puerto de Barcelona, último bajo la presidencia de Damià Calvet, ha aprobado esta mañana dos acuerdos que permitirán acelerar el traslado de la actividad de pasajeros al muelle Adossat, donde se concentrarán todas las terminales de cruceros y la terminal de ferrys de Baleària.
Esta ubicación de las terminales de pasajeros en el muelle Adossat electrificado es uno de los puntos incluidos en el acuerdo firmado en enero de 2018 entre el puerto y el ayuntamiento de Barcelona para mejorar la integración del puerto y la ciudad. Permitirá reducir el impacto que este sector genera en Barcelona y mejorar los servicios que se ofrecen en las navieras y pasajeros.
El primer acuerdo aprobado es la convocatoria de un concurso público para adjudicar la construcción y explotación de la futura terminal G de cruceros en el citado muelle. En este contexto, cabe recordar que la naviera Royal Caribbean, que reúne a varias compañías de cruceros, cuyos barcos operan regularmente en Barcelona, había solicitado este año una concesión para construir y explotar una terminal que diera servicio a los cruceros de su grupo empresarial.
Posteriormente, durante el trámite de competencia de proyectos, las navieras Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises presentaron una propuesta conjunta para optar también a la construcción y explotación de esta terminal. En consecuencia, y según establece la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, el puerto de Barcelona convoca un concurso público para la adjudicación de la futura terminal de cruceros G.
Así, el acuerdo del consejo de administración especifica que el concurso para optar a la nueva terminal G tendrá diferentes condicionantes, como es la incorporación de las mejoras ambientales y de sostenibilidad que se están impulsando en todo el ámbito del Puerto y, muy especialmente, en el sector crucerístico. En este sentido, la futura terminal deberá tener sistemas OPS (onshore power supply) para conectar los barcos a la red eléctrica general una vez estén atracados. También se valorará especialmente que el proyecto de terminal sea sostenible, con un diseño arquitectónico respetuoso con el medio y donde se minimice el consumo energético; o que el adjudicatario del concurso ofrezca soluciones de movilidad compartida capaces de dar respuesta al incremento del número de pasajeros que generan los cruceros de última generación.
El segundo acuerdo aprobado por el consejo es la extinción anticipada de la concesión de la terminal marítima Norte, situada en el muelle de Barcelona, y dedicada al tráfico de pasajeros de crucero.
Las terminales marítimas Norte y Sur, con una superficie conjunta superior a los 10.000 m2, estaban concesionadas a la empresa Creuers del Port de Barcelona, SA. Tras el acuerdo de este mediodía se devuelve la terminal marítima Norte al puerto, aunque se mantendrá un espacio dedicado a estación marítima de pasajeros para atender a las pocas escalas que ya se han confirmado para el año 2023. En 2024 ya no habrá cruceros en esta instalación.
Además, el puerto de Barcelona tiene previsto dejar de acoger cruceros en la terminal marítima Sur del muelle de Barcelona, como máximo, en 2026, avanzando así en el objetivo de alejar la actividad crucerística del centro de Barcelona.
Finalmente, en el consejo de administración se ha informado del traslado de la actividad que la naviera Baleària está realizando en la estación marítima Drassanes. Durante el primer trimestre de 2023, las operativas de carga y descarga de pasajeros y de vehículos se trasladarán a unas nuevas instalaciones de Baleària en el muelle Adossat.
Esta actuación viene dada por la necesidad de acoger la base del equipo Emirates New Zealand de la Copa América de 2024 en la propia estación marítima Drassanes.