Este proyecto, cofinanciado por el programa TEN-T de la Comisión Europea comenzó en febrero de 2012 con el objetivo general de desarrollar el marco de condiciones para el futuro uso del gas natural licuado (GNL) como combustible para buques en el área mediterránea, en el océano Atlántico y en el mar Negro.
Cabe reseñar que Europa está jugando un papel relevante en la expansión global del mercado de GNL como combustible alternativo para buques. Así, las regulaciones sobre los límites de emisiones de sulfuro para buques, establecidas por la Organización Marítima Internacional (OMI) y por la Comisión Europea, están impulsado tanto a los propietarios de los buques como al resto de actores de esta industria, a buscar combustibles alternativos con menor contenido en sulfuro y con costes razonables, debido a los precios de los combustibles actualmente disponibles.
Con este objetivo, se ha identificado el GNL como la solución más prometedora, por la que apuestan varios Estados miembros y además, la elegida por la Comisión Europa en el paquete «Combustibles Limpios para el Transporte».
La sesión de trabajo no solo sirvió para mostrar las recomendaciones resultantes del proyecto, si no que, paralelamente, tuvo como objetivo abrir un debate a nivel europeo sobre las soluciones que se adoptarán, durante los próximos años, para lograr una efectiva implementación de las regulaciones de la Comisión Europea y los proyectos prioritarios; además de asegurar que el GNL proporcionará los mejores beneficios a nivel regional en términos de desarrollo de nuevas tecnologías, en las economías vinculadas, el empleo, la mejora de la calidad del aire, la seguridad del suministro así como un crecimiento sostenible.
En la conferencia participó, entre otros, Francisco Ferrando, director de proyectos de la Generalitat valenciana y miembro del comité de la KIC, cuya intervención giró entorno a los beneficios económicos y sociales que supone el desarrollo del GNL en el ámbito regional.
Uno de los principales hitos del proyecto Costa pasa por desarrollar un plan maestro sobre el uso de GNL para el transporte marítimo de corta distancia entre el mar Mediterráneo y el norte del Océano Atlántico así como las rutas interoceánicas que pasen por las Azores y por Madeira.
Esta acción está llegando a su fase final, y en abril del presente año los conclusiones que se presentaron en el proyecto “LNG North Sea and Baltic Project”. Esto incrementará el potencial de las autopistas del mar disminuyendo los costes del transporte y reduciendo las emisiones de CO2, NOx y SOx en conjunto para mejorar la eficiencia energética en los corredores de transporte, desarrollando el GNL como alternativa a los actuales combustibles utilizados en la industria marítima y contribuyendo a construir un mercado de gas más estable.