Tal y como cuenta el director del programa suezmax del astillero, Francisco Domínguez, en unas declaraciones al Diario de Cádiz, recogidas por Anave, la fase de montaje está casi finalizada y solo quedan por añadir algunas de las macroestructuras (unión de varios bloques de acero) que se han fabricado en otras instalaciones. Entre ellas, las piezas que forman la proa del buque y las planchas que recubren los tanques de crudo. Simultáneamente, se están llevando a cabo multitud de pruebas de tuberías, cableado etc. en el interior del suezmax.
Según publica el Diario de Cádiz, hacía años que en el astillero de Puerto Real no se vivía una situación parecida, con un petrolero a punto de terminarse, otro con varias secciones preparadas para montar en el dique seco y un tercero con algunas piezas en proceso de fabricación.
Cada uno de estos suezmax tiene 274 metros de eslora, 48 de manga, 156.000 tpm, y en su construcción se han empleado más de 20.000 toneladas de acero. En total, cuando todo el proyecto finalice en diciembre 2018, se habrán invertido un total de 3 millones de horas/hombre de trabajo, y habrán participado 2.800 personas, entre empleos directos e indirectos.
La construcción se ha llevado a cabo en colaboración con Daewoo Shipbuilding and Engineering Company (DSEC) que aporta, junto con su experiencia en el proyecto y construcción de este tipo de buques, un diseño muy consolidado, lo que reduce los riesgos asociados al inicio de un nuevo proyecto. Para Francisco Domínguez, después de cuatro años sin trabajo, el astillero de Puerto Real ha tenido que hacer frente a muchos retos, como la falta de experiencia del personal y de puesta a punto de las instalaciones, pero que se han superado.
Si se cumplen los plazos previstos y se recuperan algunos retrasos, tras la entrega del MONTE UDALA, en febrero de 2018 se entregará el segundo buque, el MONTE URBASA; el tercero, el MONTE URQUIOLA en agosto; y el cuarto, el MONTE ULÍA en diciembre de 2018.