Según “Océana” (la mayor organización internacional centrada exclusivamente en la conservación de los océanos, la protección de los ecosistemas marinos y las especies marinas amenazadas), en un informe de diciembre de 2003, la carencia de medios de los países del sur de Europa para el control de los vertidos ilegales y la falta de instalaciones de recepción de residuos en el Mediterráneo hacen que el Golfo de León se convierta en uno de los lugares más afectados por los vertidos ilegales de hidrocarburos desde buques.
Europa es el principal receptor mundial de hidrocarburos por mar, llegando a recibir cerca de 500 millones de toneladas anuales de crudo y otros 250-300 millones de productos refinados, como gasolina, gasóleo, fuel, etc. Además, las aguas europeas son de tránsito de muchos otros petroleros, como el PReSTIGE, que transportan sus cargas a otros destinos, por lo que el monto total de crudo atravesando cada año las aguas de la UE sería superior a los 1.000 millones de toneladas.
Por el Estrecho de Gibraltar pasan cada año unos 18.000 buques con cargas peligrosas. Actualmente se producen unos 300 accidentes en buques petroleros en el mundo, notificados o no, lo que provoca el vertido de entre 240.000 y 960.000 toneladas de hidrocarburos, a los que habría que añadir los procedentes de vertidos ilegales y las operaciones rutinarias de lastrado de los buques, que suman cada año a la contaminación marina entre 666.000 y más de 2.5 millones de toneladas de hidrocarburos. Océana afirma que “en Europa se detectan cada año cerca de 3.000 vertidos ilegales de hidrocarburos, pero se cree que son sólo una pequeña parte de los reales. Pese a ello, apenas unos pocos buques terminan siendo detenidos por estas causas. En el caso de las detenciones tras las inspecciones portuarias que se realizan en todo el mundo, sólo el 1% corresponde a dichas causas”.
En el principal puerto de Europa, Rotterdam, sólo el 7% de los buques deposita en las instalaciones de recepción sus residuos oleosos. En España, donde el tráfico de hidrocarburos pesados puede generar más de 3.5 millones de toneladas de residuos, el puerto con mayor tráfico, Algeciras, sólo recibe en el mejor de los casos el 25% de los residuos oleosos que le corresponden por el volumen de tráfico. El escenario es grave y preocupante, y comprende no sólo los accidentes de buques petroleros sino los vertidos ilegales desde buques y la falta de vigilancia sobre los acopios y tratamientos de residuos. Europa es un basurero de productos contaminantes.
A ello se suman, a nivel mundial, las catástrofes ecológicas producidas a partir de plataformas de exploración y perforación, como lo demuestran los accidentes de la P-36 de Petrobrás en 2007 y la de la Deepwater Horizon en el Golfo de México en 2010, que desencadenaron un nuevo capítulo negro.
Ante un cuadro de peligrosidad extrema, en cuyo epicentro se encuentran algunas zonas marítimas de nuestro país, no podemos permitirnos un análisis simplista de remedios en torno al derecho penal porque lo que importa es la prevención de una nueva catástrofe y no tanto la imputación delictiva de los culpables.
Analizaremos en próximos artículos las normas que regulan hoy las responsabilidades por los vertidos contaminantes al mar y apuntaremos posibles remedios a una situación a todas luces insatisfactoria. Y manifiestamente mejorable.