En este sentido, “llevamos un tiempo trabajando en el proyecto con MSC. A día de hoy no podemos confirmarlo del todo, pero pensamos que a corto plazo la solicitud de concesión se formalizará”, afirmó.
Un objetivo claro
Este hecho representaría un avance en los planes estratégicos del enclave catalán, cuyo mayor objetivo, según el presidente del puerto, es “tener a las cuatro grandes líneas de cruceros, que suman el 95% del mercado, con inversiones directas en el puerto”.
Entre estas compañías, monopolizadoras del sector, se encuentran Royal Caribean, NCL (Norweigan Cruise Lines), MSC y Carnival Cruise Lines. Esta última ya dispone de una terminal propia en la capital catalana (a través de su filial Costa Cruceros) y está en construcción la segunda, que entrará en funcionamiento en un año.
De esta manera, gracias a las actividades de puerto base desarrolladas (y por desarrollar, según Cambra) por las grandes líneas de cruceros, el puerto de Barcelona “se encuentra en una posición de privilegio y reafirma su etapa fundamentalmente de consolidación en el sector crucerista”.
Actualmente el puerto de Barcelona es el cuatro del mundo en el mercado de cruceros turísticos (tras los tres principales enclaves caribeños) y el primero de Europa y del Mediterráneo. Además es puerto base de la mayor parte de las grandes compañías internacionales, que optan por la Ciudad Condal como origen y/o destino de sus clientes, lo que maximiza la inversión de los cruceristas en la ciudad.
El muelle Adosado, donde se prevé ubicar la futura terminal de MSC, cuenta en la actualidad con cuatro terminales (tres gestionadas por Creuers del Port y otra por Carnival) a la que se deberá sumar la nueva que construye la compañía norteamericana en 2018. A estas se les añaden también las tres terminales existentes en el edificio del World Trade Center, también gestionadas por la compañía Creuers del Port.
Por otro lado, cada vez suena más el rumor de que hay varias empresas interesadas en instalar en Barcelona un astillero de grandes dimensiones que podría dedicarse a la reparación y estacionamiento temporal de cruceros. Sería uno de los pocos que existen en el Mediterráneo dedicados al repair+refit de los grandes buques de pasajeros, ya que los que hay en Francia, Italia o Turquía son de construcción de estas ciudades flotantes y no tanto para el mantenimiento de los buques.