El pesquero SANTA ISABEL fue inspeccionado por funcionarios de la Capitanía Marítima de Vigo el pasado dia 9 de mayo, tras la difusión del caso en los medios de comunicación y los notas públicas de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), firmados por su coordinadora en España, Luz Baz.
Los inspectores actuantes confesaron al acabar la inspección del pesquero que era el peor barco que habían visitado en varios años de servicio en la Administración Marítima.
Entre las innumerables deficiencias encontradas –más de 50 recogidas como graves en el informe- destacan la evidente corrosión generalizada; el espesor insuficiente de determinadas planchas del casco; la estanqueidad crítica en algunas zonas; la existencia de válvulas y bocas del sistema contraincendios inoperativas; los sistemas de alarma, seguridad y abandono del buque inactivos; Los equipos de navegación disfuncionales; luces de navegación fundidas; radiobaliza y cartas náuticas caducadas; chalecos sin luces, etc… y condiciones de vida insalubres: planta séptica paralizada, baños y camarotes sin ventilación y antihigiénicos, portillos agarrotados…
Al día siguiente de la inspección por Capitanía Marítima, y a solicitud de esta, funcionarios del servicio de Sanidad Exterior del Puerto de Vigo realizaron un reconocimiento del SANTA ISABEL tras el que redactaron un informe demoledor que confirma el estado insalubre del buque, añadiendo a las deficiencias encontradas por Capitanía Marítima las faltas de control de temperaturas en espacios de almacenaje de perecederos –algunos caducados-, mezcla de productos químicos en zonas de preparación y almacenaje de alimentos, sedimentos en los tanques y residuos en el sistema de agua dulce que la hace inservible para el uso humano, etc. Además de incidir de nuevo en la falta de higiene y salubridad en la zona habitable del barco.
De estas actuaciones de las autoridades, al pesquero se le exigía, para poder ser despachado, la subsanación de todas las deficiencias relacionadas con equipos caducados que puedan poner en peligro la navegación segura del buque; que el pesquero se dirigiera directamente a un astillero para reparar y reemplazar los mecanismos e instalaciones hallados en mal estado; y que el personal de una sociedad de clasificación, en coordinación con las autoridades de la bandera del barco (Belice), supervisaran el proceso de reparación hasta el final.
Finalmente, en la tarde de ayer, día 18, el pesquero SANTA ISABEL entró en Astilleros San Enrique, de Vigo, para cumplir con los requerimientos de las autoridades.
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