Según fuentes extraoficiales de Navantia –constructor del buque-, el S-80 tiene un problema de peso. Los cálculos iniciales que soportaba el casco son muy inferiores a los finales –introduciendo todos los equipos electrónicos y de guerra-, así como algunas novedades introducidas en el apartado de la habitabilidad. Se da por hecho que la entrega de este primer submarino a la Armada española –hay cuatro encargados de la misma serie- se demorará como mínimo hasta 2017, un año después de la fecha inicialmente prevista.
Según ECD “Navantia deberá encontrar una solución a este problema, que pasaría por aumentar la eslora del buque para compensar el sobrepeso”, explicación que a la redacción de NAUCHERglobal nos parece insuficiente. Puede ser que el aumento de eslora sea necesario para instalar nuevos tanques de lastre o aumentar los existentes, o para albergar nuevos equipos de bombeo, pues el simple aumento de eslora no soluciona la falta de flotabilidad. Además, el aumento de eslora ha de comportar nuevos problemas con el sistema de gobierno y con los timones de profundidad.
El coste del proyecto era de 2.135 millones de Euros, después de haberse disparado un 21,5% respecto al presupuesto inicial (1.756 milions).