Sasemar tiene previsto desplegar barreras de contención para controlar el pequeño derrame de gasoil producido y los que pudieran producirse. Por su parte, el armador del barco y su asegurador han previsto ya un plan de reflotamiento por medio de globos que llevaría a cabo la empresa Dive Center Palamós, que ya ha realizado la inspección del casco y de los daños del NUEVO RIO VERDE.
Aunque se desconocen los pormenores de la póliza de seguro del pesquero, el accidente ha hecho saltar las alarmas sobre la posibilidad de que el seguro no cubra los gastos de salvamento ni la responsabilidad civil. Resulta sorprendente que a los pesqueros no se les aplique la obligación de asegurar esos riesgos, exigencia que se aplica incluso a las embarcaciones de recreo para ser despachadas.
El armador del NUEVO RIO VERDE es un hombre de suerte esquiva, al parecer. Un barco de su propiedad, el JUANA UREÑA, lleva hundido tres meses en el puerto de San Feliu de Guixols y las continuas averías de sus barcos le han hecho popular en su compañía de seguros. Y ahora este accidente, sin víctimas ni daños personales, pero cuyas causas son difíciles de explicar.