El nuevo Canal será apto para buques de 10.000/12.000 TEUs, mientras en el Canal actual sólo pueden pasar los llamados Panamax, cuya capacidad es de 3500/4500 TEUs.
Las autoridades panameñas confían que las obras del nuevo canal, una vez finalizadas, supondrán una revolución en el tráfico marítimo. Con el nuevo Canal es previsible que el tráfico desde China a Estados Unidos, conocido como Asia-Pacífico, que constituye una importantísima cuota del tráfico mundial que ahora se queda en los puertos de la costa Oeste norteamericana, utilizará el Canal de Panamá para llegar a los puertos de la costa Este, ahorrándose los enormes costes de transbordo y transporte terrestre hasta destino. De igual modo, el nuevo Canal espera captar los tráficos Asia-Europa que en estos momentos pasan por el Océano Indico, Canal de Suez, Mediterráneo y Norte de Europa, excepción hecha de los superpetroleros que dan la vuelta por el Cabo de Buena Esperanza.
Con el nuevo Canal de Panamá, los portacontenedores que desde Asia van a EEUU, no necesitarán quedarse en la costa oeste USA. Pasando a través del nuevo Canal podrán llegar barcos capaces de hasta 10.000 TEU a la costa Este de Usa y de ahí, tras nueve días de travesía, a Rotterdam.
Aunque el Canal de Suez es hoy más barato que el Canal de Panamá, y tiene por sus dimensiones mayor capacidad, pasando por el canal de Panamá los buques no tienen que navegar cerca de la costa de Somalia ni por las cercanías de Adén, ahorrándose los enormes riesgos de esa zona. La tentación va a ser grande.
Y si la realidad nos deparase un desvío significativo del tráfico desde Suez a Panamá, veríamos desaparecer los estupendos planes de hubs y gates del Sur de Europa, cuya enseña aspiran a ondear los puertos españoles más representativos, algún italiano y algún portugués.
Merece la pena que sigamos con atención el desarrollo de los acontecimientos. El futuro, en este aspecto, puede depararnos algunas sorpresas