Existe la fundada sospecha de que el peso real de la carga ascendía a 700 o 750 Tm de mineral de oro, y no a las 600 Tm declaradas. Asimismo, se cuestiona que el buque, preparado para la carga general, se cargara con mineral a granel. Nada ha trascendido sobre la suerte de sus 9 tripulantes.
Ahora toca investigar las causas del hundimiento. En principio, salvo que el barco se reflotase, supuesto harto improbable, la administración marítima rusa, que certificó las condiciones de navegabilidad de este buque de 40 años y que permitió se hiciese a la mar en tales condiciones, debería asignar a un equipo de buzos profesionales la labor de dar con las causas del hundimiento del barco.