El Museo Marítimo de Barcelona ha comenzado el desmontaje del Ictineo I, la réplica del submarino de Narcís Monturiol que estaba ubicado en el jardín del recinto.
La réplica, sin valor patrimonial pero con gran valor sentimental e icónico, se ha convertido en un símbolo del Museo Marítimo en los últimos años, e incluso un símbolo de la ciudad de Barcelona. La dirección del museo ha resuelto retirar la estructura a causa de las deficiencias que presenta, con la voluntad de volver a exhibirla en un futuro.
En los últimos meses, la réplica del Ictineo I presentaba un estado de conservación tan deficiente que incluso podía presentar peligro para los visitantes del jardín del Museo. Por este motivo, especialistas del equipo del recinto museístico, así como personas externas, han estudiado las diferentes posibilidades y han llegado a la misma conclusión: la réplica del Ictineo I no se puede recuperar.
El proceso de desguace del Ictineo I empezó el lunes 3 de febrero y se alargará hasta el viernes 10 de febrero. Se recuperarán algunas partes aprovechables como la hélice, los cristales y ojos de buey, eliminando las partes deterioradas. La dirección del museo se planteará la construcción futura de una réplica con una estructura sólida, accesible, y recubierta de un material sintético que permita su conservación frente a los agentes atmosféricos y del propio paso del tiempo.
En palabras del director general del Museo Marítimo, Enric García: “Retiremos la réplica del Ictineo I para reconstruirla. No desaparece para siempre, pero desafortunadamente no podemos fijar una fecha exacta para su regreso”.
Un poco de historia
La primera réplica del Ictineo I se construyó para la película “Monturiol, el señor del Mar” (Francesc Bellmunt, 1993). Se fabricaron dos modelos de sumergible como decorados, pensantes para su utilización durante el largometraje, y sin ninguna vocación de continuidad. La Diputación de Barcelona adquirió el Ictineo I, que durante años ha estado expuesto en el Museu Marítim: y el otro (Ictineo II) fue adquirido por el puerto de Barcelona y durante años formó parte del paisaje del Port Vell.
El Ictineo I del Museo Marítimo estaba tan deteriorado que, en 2013, se planteó hacer una segunda versión nueva, con una expectativa de vida más larga. Desgraciadamente, la segunda versión que se construyó no superó las carencias y defectos de la primera versión.