El Cedre (Centre de documentation, de recherche et d’expérimentations sur les pollutions accidentelles des eaux), fué creado en Francia en 1979, tras el accidente un año antes del AMOCO CÁDIZ. Michel Girin, su director, es un conocido biólogo que el Gobierno quiere hacer pasar ahora como experto en navegación y salvamento marítimo para otorgar cierta autoridad a sus declaraciones sobre la gestión del accidente del PRESTIGE.
Jesús Uribe, capitán de la marina mercante, es un prestigioso y respetado profesional experto en salvamento. En su momento salieron a la luz sus conversaciones con Pedro Sánchez, jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, en Madrid, en la tarde del 13 de noviembre de 2002 y en las horas posteriores. En esas grabaciones, Uribe no dejaba lugar a dudas en cuanto a su opinión profesional: había que refugiar el PRESTIGE y alijar su cargamento, una operación que conllevaba ciertos riesgos y requería algún tiempo, pero que constituía la única forma de salvar el buque y sobre todo de evitar el derrame de su cargamento de fuel oil pesado. Desde el punto de visto técnico y profesional no había dilema: el alejamiento del buque a ninguna parte no constituía ninguna alternativa, era simplemente provocar su hundimiento. Como dejaron claramente sentado los expertos de Smit Salvage, la única forma de evitar la contaminación masiva del mar, era llevar al PRESTIGE a un lugar de refugio. Ante el tribunal, Jesús Uribe se reafirmó con claridad en ese juicio profesional, con irrelevantes concesiones a las tesis del Gobierno. Más que de Corcubión, él era partidario de meter al PRESTIGE en La Coruña.
Heliodoro Rey es también capitán de la marina mercante, una persona apreciada por cuantos han trabajado con él, excelente persona, afable y buen profesional. Tampoco dudó en declarar ante el tribunal que a su juicio había que meter el buque en un puerto de refugio. Barco averiado, barco atracado, espetó ante el tribunal. Llevarlo mar adentro era una insensatez que había de provocar un grave problema de contaminación y el naufragio del petrolero herido.
Los representantes de las cofradías de pescadores, en buena sintonía con el Gobierno que con tanta presteza y generosidad abonó la factura de sus pérdidas, declararon con la conocida lógica nimbi (no en el patio de mi casa), la misma que lleva a los municipios a rebelarse contra la construcción de un centro penitenciario o una planta de selección de residuos. Una lógica perversa que siempre es utilizada por las autoridades correspondientes para justificar los errores que puedan cometer o las corrupciones en que caigan. De todos modos, ya deberían saber que el mar devuelve multiplicado el mal que los hombres introducen en él. Para ellos, alejar el petrolero hasta no verlo más, era la decisión adecuada y aplaudieron por tanto al Gobierno cuando cometió ese error de avestruz.
Girin, merece comentario aparte. Quizás Michel Girin sea una de las personas que más saben en el mundo de contaminación por hidrocarburos. En concreto, tras el naufragio del ERIKA, en diciembre de 1999, Girin es considerado un experto en el comportamiento de los fuelóleos pesados en el medio marino. Pero Girin sabe poco de buques y muy poco de maniobras y salvamento. Pero como el director del Cedre mostró una cierta “comprensión” con el despropósito del Gobierno, sending the vessel away, en su desesperación y desvergüenza los voceros oficiales no han dudado en travestir a Michel Girin en gurú del salvamento marítimo. Como si a un biólogo que investiga y experimenta sobre la vida de los peces le convirtiéramos en una autoridad sobre barcos, artes y aparejos de pesca. Desconozco el grado de complicidad de Michel Girin en este fraude, pero sospecho que no le ha hecho gracia. A muchas personas y a algunos periodistas que siguen el tema PRESTIGE les he tenido que explicar esto que ahora escribo: que las opiniones de Michel Girin sobre buques y salvamento no valen, en términos profesionales y científicos, ni un comino.
Ante el Tribunal, Michel Girin ratificó su comprensión sobre el alejamiento del petrolero averiado, que permitió recoger una cierta parte del derrame en el mar, aún matizando que el alejamiento concreto que llevaron a cabo las autoridades españoles tenía muy poco sentido y que, desde luego, la mejor opción era descargar el buque en un puerto adecuado o mediante un transbordo STS (Ship to Ship) en aguas tranquilas.