En Noruega, como en Estados Unidos, un acreedor puede pedir la detención de un buque por deudas contraídas en el puerto: provisiones, servicios de consignación, practicaje, amarradores, etc. La ley reconoce el derecho de retención del vehículo de transporte a favor de los acreedores. Si la deuda no es satisfecha, el barco puede ser subastado para satisfacer las deudas con lo que se obtenga. Royal Caribbean International y otras grandes compañías de cruceros tienen por costumbre pagar tarde a sus acreedores, entre tres y seis meses de demora. Éstos suelen aquietarse ante esa práctica, pues prefieren soportar el coste a cambio de seguir contando entre sus clientes a la gran compañía armadora de cruceros. La asociación de prácticos Administración Costera Noruega (Kystverket, en noruego) ha roto ese pacto de silencio con un comunicado en el que afirma que Royal Caribbean le debía los servicios de practicaje prestados a sus buques desde el pasado mes de octubre, unas 600.000 coronas noruegas (unos 70.000 euros), y que no respondía a sus peticiones. Afirman así mismo los prácticos noruegos que otras compañías de cruceros también les deben facturas de hace varios meses y que esas deudas les resultan difíciles de soportar.
publicación anterior